¿Por qué lo prohibido siempre resulta lo más interesante?
El pequeño Izuku lo sabía, no debía acercarse al mundo humano y tampoco interactuar con ellos. Lo sabía, pero no pudo evitar soñar despierto hasta que cayó en la trampa de la fantasía.
Sus l...
Capítulo con música Fantasy Medieval Music - The Riverlands
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¡Vamos al Reino de Diamante!
Un día común, igual a los anteriores, diferente de alguna manera. Es extraño si lo dices así, ¿Cómo puede ser igual y diferente al mismo tiempo?
El sol, la lluvia y las nubes, era un día húmedo y brillante, que era igual a otros días, pero particularmente era nuevo, fresco. Los días eran y se volvían parte de la monotonía, pero el tiempo avanzaban y eso ya era un cambio en el mundo. Yagi, está cansado, más que cualquier otro día, ¿Era por el trabajo?¿La soledad? O ¿Solo era más viejo?
Quería preguntar sobre su inquietud a Aizawa, quien puede ser considerado su amigo, si es normal sentirse perdido, incluso él, el héroe más grande de todos los tiempos. Pero, se siente algo intimidado, ¿era capaz de escuchar el regaño que le daría por querer dejar el trabajo?
─ ¿Cómo van los muchachos? Espero no te den muchos problemas. ─ Saliendo un poco del silencio mira como Aizawa, su mano derecha, deja de escribir para mirarlo intrigado.
─ No realmente, Majestad. Ellos se esfuerzan mucho cada día, han sobrellevado el entrenamiento físico. ─ Una respuesta limpia, sin mucho detalle, y volviendo a sus deberes. Aizawa sabe que su preocupación por Izuku es realmente grande, pero por alguna razón dejó que el príncipe hiciera las cosas a su manera sin meterse.
─ No los presiones, tus alumnos siempre terminan renunciando por tus interminables tareas.
─ Esas personas no tienen convicción. ─ Otra fría respuesta ante la broma del Rey, Yagi solo ríe, mira el papel en el escritorio, la ventana y después a Aizawa.
─ ¿Cómo va el joven Midoriya? ─ La verdad, no puede dejar de pensar en el muchacho. Le pone de malas solo pensar que puede lastimarse, pero hizo una promesa, debe dejar que Izuku realice su propio sueño por sus méritos.
─ Va bien, mejor de lo que esperaba. Tengo entendido que el Príncipe Bakugo lo ayuda por las noches. No sé si podrá resistir hasta que llegue el entrenamiento mágico. ─ dice, no levanta su mirada, pero si dejó de escribir en algún momento.
Está tratando de aliviar su preocupación, él entiende que debe entrenar, pero pasar sus límites puede ser peligroso. Sí, tal vez dar unos consejos no sea malo.
─ Hay que tener paciencia y buscar la manera de que pueda usar su poder de manera responsable.
─ Entiendo, pero ¿Hay algo que le molesta, Majestad?
─ Hay una propuesta que quiero hacerte. ─ Yagi busca entre el montón de papeles y libros, un pequeño aviso que había planeado revelar a su momento. ─ Quiero que mandes a los novatos a buscar unas pequeñas cosas. Sería una expedición sencilla.
