¿Por qué lo prohibido siempre resulta lo más interesante?
El pequeño Izuku lo sabía, no debía acercarse al mundo humano y tampoco interactuar con ellos. Lo sabía, pero no pudo evitar soñar despierto hasta que cayó en la trampa de la fantasía.
Sus l...
Capítulo con música Most Epic Music: "A forgotten dynasty" by J. T. Peterson
Reproduce cuando aparezca este símbolo
🎧
. . .
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No olvides de dónde vienes.
─ ¿Cómo está? ─ pregunta.
─ Aún duerme, tuvo una impresión fuerte.
Chiyo está en el balcón del dormitorio real con Yagi, el pequeño dormía en su cama para cuidar de él en todo momento.
─ Diré que preparen comida, debe estar saludable. ─ él intenta levantarse para ir a la cocina del palacio.
─ Yo me encargo de eso, necesito pensar. ─ Chiyo camina hacia la puerta no sin antes darle un vistazo a Izuku, suspira cansada y cierra la puerta detrás suya.
Toshinori mantiene una respiración calmada, cierra sus ojos pensando en la última petición de Inko. Todo se había ido al caos de un día para otro, todo podía cambiar de ahora en adelante y, de cierta manera, le aterraba.
¿Quién dice qué los héroes no tienen miedo? Su mayor miedo es precisamente no poder salvarlos a todos.
No es su culpa, lo sabe. Pero, si tan solo pudiera tomar la mano todo aquel que necesite ayuda no lo duraría ni por un segundo.
─ Su majestad. ─ Aizawa toca la puerta y la abre.
─ Aizawa.
El pelinegro muestra asombro al ver su rostro, era la primera vez que veía el miedo en los ojos azules de su rey. No puede soltar palabra alguna por un momento, esas lágrimas que caen por la desesperación le llegan como cuchillas. Puede decir que esa sensación le afecta a tal grado de querer llorar.
─ Tranquilo, no te asustes. ─ el rubio limpia sus lágrimas con su mano, no podía parar, pero tampoco mostrarse así ante los demás.
─ Su majestad... No importa, necesito el sello en las cartas para el Rey Todoroki y Bakugo. – dicho eso baja la mirada, no sabe cómo debe comportarse; todo eso le abrume y quiere salir de la habitación.
─ Vamos, no quiero tardar con eso y preocupar a los otros gobernantes ─ suelta una sonrisa tranquila, camina con sutileza y elegancia.
Salen de los aposentos reales para dirigirse a su oficina. Ver la carita tranquila del niño lo deja ir en paz, le promete volver pronto, aunque este no le escuche.
...
Chiyo regresa ya entrada la noche con un poco de caldo con vegetales que han preparado, después de tranquilizarse un poco decide ver como sigue y si había despertado, el pobre tenía que comer un poco o se enfermería.
