Capítulo 12

0 0 0
                                        

Desperté sobresaltada porque no me esperaba mi alarma del móvil, ¿Hoy tenía instituto, enserio? Me maldije a mí misma y me levanté corriendo, yendo a vestirme porque hoy no era uno de esos días de los cuales me iba a sobrar el tiempo para prepararme.

Me arreglé y bajé abajo a desayunar. Al llegar a la mesa, me encontré con Noh y Jacob que ya estaban terminando:

—¡Jane! -pronunció emocionado Noah al verme- Hoy te has quedado dormida -negó riendo y asentí sonriéndole.

—Sí, hoy me dormí un poco... -alterné miradas con J, él lo sabía todo y no hacía falta que le explicara nada de anoche, porque seguramente se lo podría imaginar. Pero... A lo mejor lo que no se imagina tanto era que ese chico se llamaba... Aiden... Y era el hermano mayor de Lyn. Bueno, ni él ni nadie se esperaría eso, aunque luego empecé a pensar y dije... ¡Yo nunca tengo buena suerte! Y entonces me encajó todo. <<Déjenme con mis paranoias de las 3 A.M>>

—¿Cómo estás, Jane? -preguntó mi hermano mayor. Sí, aquello iba con segundas. Nosotros solíamos hablar más en clave que en normal. Lo hacíamos por Noh, si él se enterara de todo... Creo que se iría de casa para no vernos a ninguno.

—Bien, estoy bien, gracias J -alzó una ceja para comprobar si decía la verdad, yo asentí y se quedó algo más tranquilo- ¿Y tú?

—Yo bien también -añadió sin mucha importancia.

—Noh, ¿Cómo estás tú? -pregunté dedicándole toda mi atención a él.

—¡Hombre! ¡Por fin me lo preguntas! Creía que jamás me preguntarías -bufó y rodó los ojos. Era todo un amor, siempre estaba de bromas y me hacía reír mucho, era nuestra salvación siempre.

—Claro que te iba a preguntar, eres mi niño -le guiñé el ojo y Jacob me dedicó una mirada de desaprobación- bueno, SOIS mis niños -recalqué la palabra y entonces este sonrió. Los tres reímos y entonces recordé los buenos momentos que pasábamos antes juntos, incluso papá también se nos unía. Mamá a veces, era raro pero alguna que otra vez también- Oye, ¿Y Grace? -me acordé de ella. Y también recordé en ese mismo momento que desde que casi me golpeó el otro día no la volví a ver.

—Ni lo sé, ni me importa -respondió con indiferencia Jacob. Le dediqué una mirada exagerada, para que no fuera así delante de nuestro hermano menor. Él alzó los hombros, le salió solo y ni se dio cuenta. Supuestamente, Noah no sabía todo lo que nos hacía mamá desde que papá falleció. Teníamos pensado decírselo cuando nos vayamos de casa o cuando sea más mayor. Está claro que si nos vamos de casa, Noh preguntará por qué. O por qué mamá no viene con nosotros, así que no nos quedará de otra que de decirle la verdad.

—¡Te estoy hablando! -dijo alzando la voz Noh haciendo que me despejara de mis pensamientos.

—Dime, perdón Noh, tengo ahora un examen y...

—Ah, suerte entonces... ¿Nos vamos ya? -asentimos Jacob y yo, cogimos las mochilas de ambos y salimos de casa.




***




Llegamos al instituto después de dejar a Noah en el colegio. Jacob se quedó esperando a los chicos hasta que llegaran. En cambio, Lyn llegó en un coche hermoso y muy lujoso el cual nunca solía venir ya que siempre llegaba al instituto andando. Salió de aquel pedazo de coche y se acercó a mí, no logré ver bien quién era el conductor, ya que nada más salir Lyn del vehículo, este arrancó hacia el aparcamiento. Cuando llegó hasta mí, nos saludamos entrando al instituto. Me despedí de mi hermano y entonces me giré para comprobar lo que mis ojos veían: ¡Mi hermano estaba hablando con aquel chico del coche! ¿Quién diablos era? Aún no lo pude reconocer.

Nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora