Capítulo 19

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En un intento de bajar las escaleras, percibí una ayuda de alguien más, obviamente no sería de mi hermano, que parecía que estaba dormido de todo lo que había consumido.

Extrañada, me di la media vuelta y me encontré con Lyn, le dediqué una sonrisa de agradecimiento y ella me la devolvió. Ambas cogimos a Jacob de un brazo y lo conseguimos bajar sin que cayera o se lastimara por las escaleras.

—¿Qué pasa con mi hermano, Jane? -preguntó directa, con un tono bastante seco y seria.

—Lyn ahora no es el momento de... -intenté explicarle pero me interrumpió, alzando la voz y mirándome directamente de forma ruda a los ojos.

—¡Sí! ¡Sí es el momento! ¿Hasta cuándo pensabas callarte esto, eh? ¿Qué te pensabas? ¿Que no me iba a dar cuenta de que estás loca por Aiden? Me decepcionas, Jane, me decepcionas enserio... -escupió con una nota de odio y desprecio.

Me ayudó a meter a Jacob en su propio coche y antes de irse me dedicó una mirada que, en cierta parte, también tenía un extraño brillo como de ¿Tristeza?

—Espera, Lyn -la llamé para que no se fuera, necesitaba hablar con ella-. Me siento muy mal, y sino te dije nada fue porque aún no sé claro lo que siento por él, ni lo que pasa entre nosotros... Ahora ya lo tengo claro, pero hasta hace unas horas no lo tenía tan claro.

—¿Ya qué más da, Jane? Sabía desde hace mucho tiempo que pasaba algo entre vosotros. Lo que me dolió es que ninguno de los dos me lo dijera, como si yo fuera a enojarme o algo -dijo bajando la vista. Se notaba que estaba destrozada, pero... ¿Estaría así sólo por aquella tontería o por algo más? La conocía y sabía que había algo más.

—Lyn, ¿Qué pasa? -pregunté decidida.

Alzó la cara y me miró con una expresión de "qué dices, no sé a qué intentas llegar".

—Te conozco, sé muy bien que te pasa algo. Cuéntame, tenemos toda la noche -dije cruzándome de brazos, esperando a que hablara.

—No me pasa nada en concreto. Estoy cansada, nada más -contestó sin mucha importancia.

Le examiné con una ceja alzada, no le creía. Sabía que pasaba algo, algo que por una razón me ocultaba y lo iba a averiguar.

—Está bien -dije sin darle más vueltas al asunto. Esperaré a que ella esté preparada o quiera contarme aquello que hacía tiempo llevaba escondiendo.








* * *







—Madre mía... No vuelvo a beber -espetó Jacob llegando a la cocina, en un hilo de voz, ya que seguramente no tenía ni saliva para hablar. Llevaba unas gafas de sol puestas, era obvio el por qué. Aún seguía llevando la misma ropa de ayer por la noche. Yo me encontraba preparando la comida.

—Sí, sí, eso dices siempre y luego... -contesté riéndome, Jacob me dedicó una muy mala mirada y terminó por sonreír finalmente.

—¿Cómo es que llegué a casa? No me acuerdo de nada.

—Bueno, Lyn me ayudó a llevarte a tu coche y como no podemos conducir nosotras, nos tocó llamar a Gabi. Los demás tampoco estaban muy bien que digamos como para conducir -dije obvia- así que llamé a Gabi y vino lo más rápido que pudo. Hasta trajo a Noah con ella, todo para no dejarlo solo en casa -espeté con una nota de admiración, ella sí era una buena madre-. Tu coche sigue en el parking de la fiesta, deberías de ir a por él -concluí la conversación con aquella última frase y volví a enfocarme en hacer la comida.

Nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora