Mew no supo en que momento todo cambió, había algo en Gulf que le dijo que lo dejara hacer lo que quisiera.
Puso ambas manos en su cintura y se abrió a su lengua exploratoria. La dicha de ser besado por este chico era indescriptible, sabía que habían sentimientos ahí que Gulf no podía expresar, así que solo lo dejó tocarlo, besarlo, consumirlo.
Poco a poco Gulf fue besando su mandíbula y cuello hasta llegar a su oreja, donde lamió y besó, nunca Gulf había tomado la iniciativa. Y él estaba encantado.
Sabiendo que la cala del lago donde estaban atracados estaba bien oculta, dejó que Gulf se subiera a su regazo, fue bajando sus manos de su cintura a su trasero y masajeó, Gulf empezó a moverse y eso solo lo encendió más. Lo recargó hasta él camarote y al entrar lo depositó cuidadosamente en la cama, posicionandose sobre él, entre sus piernas abiertas.
Se besaron, tocaron y rozaron hasta que necesitaron aire para respirar. - Tu... Eres hermoso, con las mejillas sonrojadas y los ojos vidriosos. Pero no te traje aquí para esto. - Mew decía mientras le besaba bajando por el cuello hasta su clavícula.
- Tu eres un hombre maravilloso. - Le dijo Gulf entre gemidos.
- Se que viniendo de ti me siento así, pero ¿a que se debe eso? - preguntó Mew mientras se quitaba su camisa.
- No me trajiste aquí para esto, pero aun así te desnudas. - Fue más una afirmación que una pregunta, Mew se encogió de hombros.
- No podría resistirte. Ahora responde mi pregunta. -
- Es por la forma en que me haces olvidar todo, tu me distraes, solo eres tu en mi mente ahora mismo. - Gulf depositó besos en su cuello y lamió su manzana de Adán. Un gemido involuntario escapo de su boca.
- Hablaremos cuando estés listo, por ahora no quiero que pienses, solo que sientas. - Lo despojó de su ropa quitando a su vez la suya. Gulf era un hombre hermoso y desde aquella primera vez en la cabaña del lago, sabía que se volvería más atrevido, y aquí estaba, su amor era más intenso y tímido a la vez, adorable.
Fue besando por su torso, pasando por su ombligo hasta llegar a su miembros expuesto, la humedad de su precum le hizo agua la boca. Lamió la uve de su ingle ignorando por el momento el pene que se moría por probar, ya habría tiempo, después de pasar sus manos por debajo de las rodillas para exponer su entrada que también pedía atención, Gulf lo detuvo.
- ¿Que pasa? - preguntó levantando la mirada.
- Me he dado cuenta que hay algo que quiero hacer? - le dijo él niño que tenía la cara roja como un tomate.
Simplemente dejó que Gulf lo acomodara sobre el respaldo de la cama y abrió sus piernas en exhibición, si su novio quería verlo o tocarlo, simplemente lo dejaría.
- Yo... Nunca he hecho esto... Tu siempre me lo haces, pero quiero hacerlo esta vez para ti. - Mew estaba intrigado.
Gulf se acomodó entre sus piernas y lo besó en los labios. Fue bajando por su cuello, pecho y sus abdominales, cuando llegó a su miembro, el aliento se le atasco en la garganta, bajó su mirada y notó que Gulf lo miraba curioso. - No tienes que hacerlo si no estas seguro. - le dijo.
- No, quiero hacerlo, es solo que tu lo haces tan bien que no se si te pueda gustar como lo haga yo. - Mew tomó su rostro y lo jaló a un beso.
- Me gustará de cualquier manera que lo hagas. - susurró contra sus labios. Vio la resolución en la mirada de Gulf y este bajó su boca a su pene y lamió la punta probando su sabor.
- ¡Dios Gulf! - la sensación de esa lengua húmeda fue... - No te detengas. -
Gulf tomó con una mano la base y continuó lamiendo como si fuera un helado, hasta que no pudo aguantar más. - Metelo en tu boca. - Gulf obedeció y casi se queda sin aire.
Lo llevó lo más profundo que pudo, trataba de no moverse y darle su tiempo, era más de lo que podía soportar. Cuando sus gemidos empezaron a dejarlo con ganas de más, jaló a Gulf a su regazo hasta dejarlo a horcajadas sobre él. Llevó sus dedos a ese agujero que quería llenar.
Besándolo y probando su propio sabor en la boca de Gulf, dejo que su miembro reemplazara a sus dedos. Entrar fue fácil, Gulf ya estaba listo, moverse fue lo difícil, eran tantas las sensaciones que le abrumaban. Para empezar había algo en la mirada de Gulf, algo intenso que estaba ahí desde que estaban hablando en la cubierta, tenía miedo de preguntar y romper el hechizo, pero hizo nota mental para más tarde indagar.
Tomó a Gulf de la cintura y le mostró como debía moverse para que lo montara. La posición le daba todo el control a él. Gulf puso una mano al lado de su cabeza en la cabecera de la cama y la otra en su hombro y comenzó a moverse a un ritmo lento y sensual. Sus frentes estaba pegan das y el aliento y los gemidos de Gulf le rozaban la mejilla.
Llevó su boca a un beso y empezó a moverse al mismo ritmo de Gulf, empujando sus caderas hacia arriba. Hasta que no pudo más y aumentó en ritmo entrando y saliendo, se había acabado, era su turno.
Los giró en la cama y se posicionó sobre Gulf, con las piernas alrededor de su cintura empezó a moverse tan rápido que los gemidos aumentaron.
- No tienes idea de cuanto te amo. - Le dijo lamiendo su oreja.
Gulf no dijo nada, simplemente se dejó llevar, hasta que fue demasiado y observó como Gulf cerraba los ojos y se corría, manchando su estómago con su semen. Su orgasmo lo llevó al límite, unas cuantas embestidas más y Mew también se corrió llenado su interior con su semilla.
Se dejó caer sobre Gulf, estar en sus brazos solo era comparable a estar en el cielo.
Permanecieron abrazados hasta que un estómago rugió, no importa el de quien, tenían hambre y comieron hasta que el sol se puso en el horizonte.
Mew daría todo por tener más días así, sabía que algo había cambiado, Gulf seguía taciturno, pero el momento en que decidieron volver esa sonrisa había regresado y la vergüenza de que sus hijos supieran de su relación seguía ahí.
- No puedo creer que ellos supieran todo el tiempo. -
- Si, bueno, tampoco es que seamos muy sutiles, estoy seguro que a estas alturas hasta mi madre lo sabe. - Eso solo logró que Gulf pasara de rojo a pálido en segundos.
- Eso no es mejor. Es peor. - Se tapó la cara con las manos.
- No te preocupes por ella, no nos dará problemas, y si te dice o hace algo debes decírmelo. - mientras manejaba apretó el timón con fuerza, sabía que su madre podría intentar algo si se lo proponía, pero Gulf era suyo y era su decisión, solo debía buscar la forma de hacerlo permanente.
Cuando llegaron la muelle ambos camniaron por la cabaña donde fue su primera vez y Gulf se sonrojó. - ¿Después de lo que me hiciste aún te sientes avergonzado? - preguntó con una sonrisa.
- No lo digas en voz alta. - susurró Gulf golpeandolo nuevamente en el brazo.
- ¿Recuerdas que te dije que si volvías a hacer eso te subiría a mis rodillas? - levantó una ceja en dirección de Gulf.
- No te atreverías... - Gulf decía eso mientras retrocedía.
- Si corres será peor... - Y Gulf corrió. Si, daría todo por hacer de esto permanente, actuaba como un loco enamorado, pero eso no importaba, ver la sonrisa de Gulf iluminar su cara era más de lo que podía pedir. Dios lo amaba. Y con sus dos hijos y la forma en que todo ecajaba, no podía pedir nada más de la vida. Nada podria romper esto.
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¿Que creen que se avecina? Como dice una de mis mejores amigas: "Hay demasiada paz aquí, vamos a alborotar un poco las cosas 😋"Comenten sus teorías de conspiración, quiero leer.
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Eres mi Persona 🖤
FanficEn su deseo de cobrar venganza hacia la familia que destruyó la suya, Gulf termina metido en más problemas de los que puede manejar. Al inicio era un trabajo fácil, pensaba él, infiltrase a la familia Jongcheveevat como niñero, lo que nunca se imagi...