11. Dilema 🔥

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Durante el resto de la semana Mew se quedaba en la habitación de Gulf todas la noches, aunque nunca se había propasado y siempre lo ha respetado, solo besos y una caricia ocasional, Gulf estaba empezando a perder la cabeza por el dilema interno en el que se encontraba, había venido con un propósito, no para terminar enrollándose con su jefe.

Su mente era un lío entre el recuerdo de los besos de anoche y el hecho de que hasta el momento no había logrado conseguir casi nada de información para Song quien hace una hora mas o menos había estado escribiendo a su celular preguntando por algún avance.

¿Que tenía que decir? "Lo siento tío, pero no puedo seguir con esto, me estoy enamorando..." esperen "amor" Gulf sintió como un escalofrío recorrió su columna vertebral, se estaba enamorando de Mew. No, tenía que detener esto, una cosa era dejarse enganchar por la pasión y la química que compartía con ese hombre, pero no podía permitirse enamorarse de uno de los responsables de las desgracias de su familia.

Tan perdido en sus pensamientos que no notó cuando Henry les llamaba para subir al auto. Tenían planeado ir a jugar fútbol. Quería ver a su amigo y a los niños les haría bien salir de la casa, con la aprobación de Mew y la ayuda de Henry fueron hasta la cancha deportiva sintética donde los esperaba su amigo.

- Pensé que no te vería en mucho tiempo. - le dijo Bright abrazándolo.

- Yo también, necesitaba salir y los niños también. Ellos son Rin y Mick, chicos el es Bright de quien les hablé. - su amigo dirigió una sonrisa a los niños y estos le correspondieron, bueno Rin entrecerró los ojos y Gulf supuso que traía algo en la mente al ver a su amigo.

- Gulf dice que eres bueno en el fútbol. - dijo la niña.

- ¿Solo bueno? Gulf sabe que soy el mejor, le enseñé todo lo que sabe. - su amigo no podía evitar presumir.

- Lo veremos, lo veremos. - el espíritu competitivo de Rin era una cosa de admirar.

- Wow ella es increíble. - le dijo Bright media hora después de que empezaran a jugar. Mick solo duró quince minutos y se rindió así que se sentaron a observar como Rin le daba una paliza a su amigo.

- Te lo dije. - Gulf sonrió orgulloso.

- Podría llegar a ser una gran atleta, y ¿Que me dices del chico? - preguntó su amigo observando como Mick trataba de perseguir una pelota.

- El es muy inteligente, se podría decir que es una especie de genio, era muy tímido cuando lo conocí. - Gulf observaba a los niños jugar entre ellos.

- Te has encariñado. - al escuchar eso, su cabeza giró en dirección a Bright, Gulf ya lo sabía. Se había encariñado con este par de niños, o peor se estaba enamorando del padre de los mismos.

- Ellos no saben nada, no deberían pagar los pecados de los adultos. - mantuvo su mirada firme en su amigo.

- Cierto, solo... Ten cuidado, sea como sea, ellos siempre terminarán afectados. - Bright tenía razón. Asintió con su cabeza a su amigo, dándole a entender que sabía lo que hacia, o eso creía.

- ¿Estás cansado? ¿Te rindes? - Rin se acercó a ellos en ese momento y cruzó sus brazos hacia Bright.

- En tus sueños. ¿Quieres la revancha? - Bright le respondió a la niña imitando su pose.

- Sueña, yo voy ganando. -

- Solo porque te dejé hacerlo. -

- ¿Crees que por ser una chica no podría ganarte? -

- No tengo duda de que lo harías, pero estoy esperando a un amigo que se unirá a nosotros. - Gulf miraba entre uno y otro divertido y al oír eso de Bright miró a su amigo, sería el "amigo" del que siempre hablaba.

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