Una mentira causa un giro inesperado en la vida de Lena Luthor una jóven mujer que vive su vida alejada de todos a su manera, tras ese suceso está abandona su hogar y regresa a Ciudad Nacional con el objetivo de arreglarlo todo pero nuevamente se ve...
Kara aterrizó en uno de los balcones de la mansión mientras mentalmente creaba un plan para lograr su idea de la cual se dejaba apreciar los terribles alcances a los que estaba por llegar para no perder a Lena, después de dos minutos ya tenía el escenario perfecto para iniciar.
Los agentes de la Deo no tardaron en llegar después de cinco minutos al lugar y Alex fue la primera en sorprenderse, ya que lo que se encontraba frente de ella no era una simple mansión si no un castillo, todo a su alrededor parecía haber quedado atrapado en el tiempo.
Ya que nada se notaba renovado, con cuidado ella y los agentes vieron el lugar y se pusieron de acuerdo para entrar dentro, la azabache mientras tanto en la alcoba era un manojo de nervios.
Kara:- Lena despierta.-Dijo entrando dentro.-Alguien quiere entrar debo ponerte a salvo.
Lena:- No yo quiero quedarme aquí.
Kara:- No te pondré en riesgo.-Sin más tomó su mano y la sacó de la habitación por la fuerza mientras iban por el pasillo, la ojiazul podía escuchar la voz en el primer piso y esperaba que su aliado hubiera visto el regalo que le dejó.
Tres agentes en compañía de Alex llegaron al segundo piso en cuestión de minutos, tapándose únicamente con la rubia.
Winn quien se había sumado miraba con tristeza y dolor a Kara quien peleaba con mucha fuerza y determinación con el hombre que había optado por atacar.
Alex:- Winn presta atención.-habló una pelirroja.-Debes dispararle.
Winn:- Yo no se como.-Dijo con nerviosismo.
Alex:- Bien lo haré yo, dame tu arma.-Este lo hizo rápidamente ya que la lanzó.-Distraela.
Winn:- El pelinegro salió detrás de la pared y miró al hombre herido y la kryptoniana.-Kara por favor deja de pelear.
Kara:- Nunca ella es mia y no se la llevarán.
Alex:- Si no te arrodillas disparó.-Grito.
Kara:- Las balas no me hacen daño.-Sonrió y de acercó más a su hermana.-Nunca dejaré que te quedes con ella.-Alex no lo pensó dos veces y apretó el gatillo del arma, del cual ella estaba segura que saldría un tranquilizador, pero al ver lo ocurrido no pudo evitar correr hacia ella.
Alex:- No Kara.
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