Una mentira causa un giro inesperado en la vida de Lena Luthor una jóven mujer que vive su vida alejada de todos a su manera, tras ese suceso está abandona su hogar y regresa a Ciudad Nacional con el objetivo de arreglarlo todo pero nuevamente se ve...
Lena:- No serás la única ni la primera que viene aquí por mí, te lo aseguro.
Kara:- Pero yo seré la única que no te dejaré.
Lena:- ¿Qué banco asaltaste para poder venir aqui?
Kara:- ¿Tenía que asaltar uno, por qué no lo sabía pero si quiere lo hago?
Lena:- Eres una ladrona.
Kara:- No porque aún no te he robado el corazón.
Lena:- ¿Quieres mi corazón, por qué?
Kara:- Tu tienes el mío.-Por primera vez la ojiazul vio una sonrisa en el rostro de la ojiverde pero estaba lejos de ser una tierna y dulce, era totalmente cínica.
Lena:- Tu corazón es como la tierra que se encuentra sobre el pavimento que piso, no vale nada, es sólo basura. Deja de hacerte tontas esperanzas con que obtendrás mi corazón porque no tengo uno y si lo tuviera sería tan duro como una piedra y helado, para que el frío quemara a cualquiera que deseara tocarlo.
Kara:- Yo no sólo lo tendré, también tu amor y tu deseo Lena, tu me amaras tanto que sin mi no podrás ni respirar y me desearás al grado de rogarme para que te haga mía y te haga sentir mujer.
Lena:- ¿Qué más?
Kara:- Tú serás la madre de mi hijo.-La sonora carcajada que la azabache no pudo contener molestó demasiado a la rubia que la miraba seria y con los puños apretados.
Lena:- Mira niña...
Kara:- Yo no soy una niña-Interrumpió la jóven.
Lena:- Claro que si, eres una y muy estúpida para creer que yo Lena Luthor la amaría mejor bajate de tu nube porque eso escuchalo bien nunca ocurrirá.
Kara:- Lo veremos.
Lena:- Mejor largate de esta ciudad porque es muy cara para cierto tipo de gente, sería muy pero muy feo para ti que acabarás como una mendiga.
Kara:- Puedes insultarme todo lo que se te dé la gana, pero al final lo que yo digo se cumplirá.
Lena:- Yo jamás sería tuya ni de nadie, soy libre y es lo que más me hace feliz ahora sal de mi vista y de mi camino por que para querer tener mi atención eres muy mala.-Giro en sus tacones dandose media vuelta y siguió su camino.
Narra Kara.
Amor mío te enseñaré a que la próxima todo lo quieras por las buenas.
Narrador.
Desde que Lena regresó a su amado hogar su paz había vuelto con ella claro era el motivo, su familia estaba lejos y eso significaba que nuevamente la soledad le haría compañía.
Sam no tardó mucho en ir a visitarla y querer interrogarla por todo lo ocurrido desde su partida pero fue sorprendida por la noticia que su mejor amiga deseaba irse de viaje por un año, no tenía un destino seguro, mucho menos sabía que deseaba encontrar fuera.
La morena conocía a la azabache de sobra lo suficiente para ser consciente de que era alguien impredecible en todo los ámbitos así que apoyo sin más el viaje y le pidió una lista de regalo, ya que ella no iría y no porque no pudiera atormentar con sus preguntas a su amiga, si no porque debía comenzar a trabajar en la empresa de su familia como la nueva Ceo y ya tenía asegurado un jugoso contrato con Luthor-Corp ya que al saber que Lex ahora estaba al mando, no iba a perder la oportunidad de usar sus buenas razones para hacer negocios.
En las noches por alguna razón su curiosidad llamaba a que está tomará su tablet y comenzará a ver el perfil de la joven rubia.
La diferencia de edad entre ambas era sumamente notable y considerable, como también las muchas diferencias habidas y por haber.
Después de desayunar la Luthor decidió ir de compras a una librería muy conocida que estaba a unas cuantas cuadras de su residencia, todo en su día parecía estar bien hasta que una voz la detuvo al reconocerla no pudo evitar molestarse, quería deshacerse de esa rubia como fuera necesario al acabar una charlas que ella misma considero innecesaria regresó a su hogar.
Arrojó su cartera y se dirigió a la cocina y busco en el refrigerador algo que sabía que la palmaria jugó de manzana, al cabo de unos segundos de haber ingerido el líquido un dolor fuerte en el vientre la hizo caer de rodillas al suelo y perder el conocimiento.
Diez horas después...
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