Feliz Cumpleaños

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Lo mejor que pudo encontrar fue un pequeño cuarto abandonado, no era muy grande, pero al menos podría refugiarse de la lluvia y el frío, o al menos estar en paz por unos instantes, al menos para esperar el siguiente golpe de la vida.

Así que se recostó con su cosas en el lugar y se dispuso a dormir dejándose llevar por el cansancio tanto mental como físico de su cuerpo...

Al levantarse se dio cuenta de que era su cumpleaños y comenzó a llorar desconsolado, sintiéndose miserable, recordando todas las palabras que a lo largo de su adolescencia le habían repetido una y otra vez.

Las lágrimas inundaban su rostro y el dolor en su pecho era incontrolable, el solo no lo entendía, no entendía que mal era amar a otro chico? que mal le causaba a los demás? el simplemente se sentía miserable, era su cumpleaños y a diferencia de los demás el estaba viviendo debajo de un puente, hambriento y sin nadie que lo apreciará.

Se recordaba a si mismo lo miserable que era, como su familia y sus maestros lo tachaban de raro, de anormal, como nunca nadie valoro lo que era, el solo quería llorar y sabiendo que ya no tenía nada, simplemente dejo su papel de chico duro para llorar y sacar todo el dolor que sentía.

Ya no importaba nada, porque el nunca tuvo nada, nunca tuvo alguien que lo amará, ni siquiera su madre, en su escuela menos y quizá, solo quizá pensó que si no hubiera nacido entonces todo sería mejor, quizá no tendría que pasar hambre, quizá no tendría que vivir como la peor escoria y quizá no tendría un dolor en su pecho.

Así que limpio sus lágrimas y miro sus manos, quizá si se suicidara le haría un bien al mundo y dejaría de sufrir, quizá así todo tendría solución, pero no tenía el valor para hacerlo, no podía, así que simplemente miro sus manos y sonrió poco pensando que igual moriría de hambre, así que no había necesidad.

El día transcurrió y solo recibió una llamada de su mejor amigo felicitándolo y aunque estaba supremamente triste al menos podría morir con la certeza de que al menos alguien se acordaría de él.

En la noche Harry acaricio sus prendas y canto entre un llanto lastimero su cumpleaños, era solo el, solo el y su tristeza, era solo él en su cumpleaños y aunque era miserable quería por lo menos sentir qué importaba por un segundo.

Los días pasaron, su estado empeoraba, estaba muy delgado y aunque intento vender su ropa para obtener comida, la gente no le compraba porque pensaban que era un sucio vagabundo, la gente pensaba que había robado, así que no había tenido suerte para nada.

Su ausencia ni siquiera fue extraña, en la escuela la mayoría estaba feliz porque el rizado, el chico malo no estaba y tampoco lo extrañaban porque sabían que había sido sancionado, así que no era raro, ni siquiera su maestro extraño su presencia, después de aquel incidente no quiso saber nada del rizado y mientras todos celebraban el pobre chico de ojos verdes moría de hambre en la calle sintiendo como su voluntad y su cuerpo eran quebrantado por los demás.

Mr. MoralidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora