Importante

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El día transcurrió rápidamente en realidad, siempre sucedía así cuando se estregaba por horas a llorar en su lugar secreto, siempre era como si las lágrimas hicieran fluir el tiempo como la brisa, ya estaba acostumbrado y aunque no fuera la sensación más placentera, simplemente sentía que el único verdadero apoyo estaba en llorar sobre las montañas contándole al silencio todas las desgracias que le sucedían. No había comido nada en todo el día, sus ojos estaban algo rojos y su garganta algo seca, pero aún con eso decidió ir, decidió que esa sería su noche, que no sería el mismo niño idiota que se despertó esa mañana pensando que su graduación sería un día genial, no, tal y como se había quebrado su corazón, así que se quebraría la buena imagen que había dado esos últimos meses, quebraría todo lo que ilusamente había construido para volver a lo único que lo hacía sentir seguro, ser el chico malo, el idiota chico que siempre saca de quicio a todos, y si podía y su pobre pero dolido corazón enamorado se lo permitía, quizá tendría unos cuantos besos y unas cuantas atenciones aunque no fueran de Louis, después de todo no le importaba, quizá había pensado demasiado y quizá todo lo que había pasado con Louis, solo había sucedido para que se graduará y tuviera un furor luego de irse para así no sentirse culpable por la pobre muerte de un chico de 18 años, quizá Louis había sido más astuto que el en ese aspecto y aunque estaba enamorado, no lo molestaría más, dejaría de fastidiarlo y buscarlo, y si tenía que hacerlo buscando otros brazos, otros besos, otra cama lo haría.

Así que limpio sus lágrimas y su traje, luego fue a casa para lavar sus rostro y guardar el vestuario y el cartón de la graduación, para luego irse a la fiesta, no sin antes recibir solo de su gatito el cariño que en todo el día no sintió.

-Te amo pelusa y prometo que ni a ti ni a Zayn dejaré de quererlos, porque son lo único que tengo

Tras despedirse se puso sus lentes oscuros y su sombrero para quedar como el sexy chico en un traje ajustado con una camisa un poco abierta y con una sonrisa increíble que por supuesto hizo que al llegar muchos se volterán solo para mirarlo a él, solo para dirigir su atención en sus tatuajes y en su pecho abiertos, solo para dirigir su vista a esos rizos y a esa sensualidad tan típica de él, pero que al deslumbrar más que otros días, incluso llamó la atención de su maestro quien no podía dejar de observar lo increíble que se veía esa noche.

-Viniste! Pensé que no vendrías

-Porqué no lo haría?

-No sé, no te encontré en todo el día...y no llegaste con Mr.Tomlinsom

-Te dije que llegaría, además no podía dejar pasar esta noche

-Como digas...entonces tú acompañante es...

-Michael por supuesto!

-Y ahí viene...

Su amigo le guiño el ojo al ver al chico acercarse, no mentiría se veía muy bien en ese traje, el chico era simplemente su tipo y quizá no se veía tan deslumbrante como cierto chico de ojos azules, pero esa noche no quería pensar en él, esa noche haría de las suyas y Michael sin duda complacería todo lo que deseaba tener esa noche.

-Harry, te ves increíble, ese traje te sienta de maravilla!

-Bueno, tu tampoco estás nada mal, aunque agradezco el cumplido

-Es con todo el gusto, te ves incluso mejor que muchas chicas!

-Lo crees?

-Siempre lo he creído

Harry camino de la mano junto a el chico para ir a la barra y tomar un cóctel, porque claro no habría alcohol real o al menos no del fuerte, simplemente ponche de frutas y cócteles, de manera que tomó un cóctel siendo observado cuidadosamente por la mirada ojiazul de un chico castaño.

Mr. MoralidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora