Elements flower *TAEKOOK*

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Las reglas, dicen que es para generar orden, lo venden cómo algo positivo para la sociedad. Pero también puede ser doble cara cómo una moneda; te pueden atar, manejarte, y pasas a convertirte en su títere.

¿De quién? Pueden ser muchas personas, o una sola, un total misterio pero el miedo está, y ese es el mayor temor; lo desconocido

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Dos semanas transcurrieron, al principio les molestó que para hacer algo que no sea académico, deben pedir permisos. Eso sí, prohibido salir a la ciudad todo sería en la escuela.

Atrapados en una cárcel con bonita fachada, así le dice Jungkook.

—Me voy al entrenamiento —

Jimin que se encontraba encima de la cama, bajó su libro y lo miró. —¿Y el trabajo?

—Más tarde lo hago, ¿No vas a ir al taller con Yugyeom? —

Yugyeom, un compañero de clase, algo intenso. Manejaba el aire y podía otorgar permisos.

Jimin pudo anotarse a un curso extra de literatura y eso lo tenía animado, pero al parecer ya no tanto.

—¿Qué pasa? —preguntó Jungkook, y se sentó en el borde de la cama.

Jimin cerró su libro y dobló las rodillas.— Me dicen cosas feas, pensaban que los tierra apenas sabíamos leer ¿Quién les hizo creer eso?

Ojalá yo también pueda saberlo.

—Si dejas que su opinión te aleje de lo que te gusta, ganan ellos. —Respondió Jungkook.

Era difícil vivir en un mundo así, pero trataban de adaptarse.

Jimin suspiró y asintió. —Me voy a bañar y voy, tardé tres días en tener el permiso.

El peli negro sonrió, luego volvió a pararse; agarró una botella con agua y salió del cuarto.

Sus entrenamientos eran al aire libre, en un patio detrás de la escuela. Al comienzo fue más físico y hoy usarían fuego, eso lo emocionaba.

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—Bien, cómo pueden notar en frente suyo tienen un muñeco con heno, es fácil de quemar —explicaba Namjoon. Mientras caminaba enfrente de un lado a otro.

Los chicos afirmaron, y escucharon atentamente.

—Tienen tres intentos, quiero que lo quemen.

Antes de seguir fueron interrumpidos por Taehyung, venía solo y saludo a Namjoon.

—Buenas tardes joven Kim, ¿Pasa algo?

El peli azul sonrió coquetamente y negó. —Vine a ver el entrenamiento, son órdenes de mi padre —

Una pequeña mentira no daña a nadie, o eso pensaba él.
Jungkook rogaba que no lo deje, ese último tiempo compartían dos clases y la miradas para nada disimuladas; lo ponían nervioso pero aún no tenía el coraje de decirle que pare.

—No hay problema, pero necesito que se siente en las gradas, sin interrupciones.

Taehyung volvió a sonreír, y fue a dónde le indicó Namjoon.

Perfecto lo que faltaba, pensó Jungkook.

Namjoon miró su libreta y se paró en una esquina.

—Choi, vas primero. — ordenó Namjoon.

El mencionado asintió, comenzando la ronda. Los turnos iban pasando, algunos fallaban y otros casi al instante quemaban el muñeco.

—Jeon Jungkook, tu turno.