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—¿Cuándo podemos irnos? — Protestó Hoseok.

Aún nos les decían que ocurrió, y lo peor es que los enviaron a todos a la cafetería. 

Taehyung miraba cómo un perrito triste, a Jungkook. Quién estaba a pocos metros, la tensión iba en aumento.
Empero; Taehyung seguía trayendo a su mente lo que charlaron, él jamás hubiera hecho eso. Ni siquiera tenía un motivo lógico, simplemente no.

Su consciencia: Limpia.
Pero la desconfianza sí lo lastimó, Taehyung no era tonto y sus sentimientos florecían, eso también aterraba. Un agua gustando de alguien fuego, una locura total.

                           🔥

Jungkook podía sentir los intensos ojos del peliazul encima suyo. Una situación incómoda, trataba de convencerse para no sentir culpa.

«¿Había actuado por impulso?

Sí y lo reconocía, tal vez debería haberle dicho. Sin embargo; esto puede verse cómo una moneda, había dos caras.

La primera, sentir esa necesidad de mandar todo al carajo. Necesito salir de su distrito para notarlo, todavía le faltaba saber los motivos del tras, debe haber una historia.

La segunda, seguir rompiendo reglas.

Que sean dos caras, no aseguraban ser positivas.

De ambas formas corría riesgo, tenía que seguir solo o continuar con Taehyung.

Y eso lo inquietaba ¿Él querrá? Sus pensamientos van cambiando, haciéndole creer que Taehyung puede ser malo. Uno más del montón, que se siente superior por tener un estatus alto.

Jungkook llegó siendo otra cosa, un joven promesa para su elemento. Con el correr del tiempo, eso se desmorona. Taehyung estuvo ahí, su primer acto de rebeldía fue con aquél lindo chico.

Las emociones del pelinegro ahora mismo, son un desastre. Llenó de dudas, temores, por primera vez se sentía perdido.

«¿Debería dejar crecer su vínculo con Taehyung? Esa pregunta lo inquietaba y mucho.

—Hey, vamos — Ordenó Namjoon. Parándose detrás suyo, tocando sutilmente el hombro del pelinegro.

Jungkook giró, chocando su mirada con la del mayor —¿Seguro? Nadie nos avisó.

Namjoon asiente, moviendo las manos para avisarle al resto; debía llevar únicamente a los suyos, y a los tierra. Se aseguró que no falte nadie, enseguida los guía hacía los cuartos.

Jungkook sale último, agachando la cabeza para evitar mirar al peliazul. Aquel que lo observa expectante y algo ansioso por su partida.

Inicia su recorrido en silencio, pasando por esos largos pasillos. Sabe que Namjoon está detrás suyo, y aprovecha para quitarse dudas.

—¿Te dijeron qué pasó?

El mayor afirma, colocándose junto a su lado. — Kim me dijo que explotó algo, fue el centro pero ya sabes…

—Son paranoicos… Al menos no fue acá, seguro nos culpan.

Namjoon mira al suelo, soltando un pequeño suspiro — Intenté convencerlos, pero las órdenes no sólo las da Kim, los Min están a cargo.

Jungkook baja las escaleras, perdiéndose un poco en sus pensamientos, para más tarde decir:

—¿Los Min, son los presidentes?

—Sí, ellos fundaron todo esto — Responde Namjoon.

El pelinegro muerde su labio inferior, sabe que pensar eso es una sentencia, metiéndose en la boca del lobo.
No obstante; Jungkook necesitaba información, con eso encontrar un "Por qué" de tantas reglas.

Elements flower *TAEKOOK*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora