Jungkook apoyó su cabeza en el cristal, viendo cómo poco a poco la ciudad se perdía.
Y en su lugar, rejas y soldados fuego parados afuera.Llegaron a la entrada de sus distritos, sin dificultad; el autobús entró. Los colores vivos pasaron a ser oscuros, rejas y más rejas en cada manzana.
Ya no estaba el bonito parque o las luces, si no ese árbol seco. Jungkook miró de reojo a Jimin, notando que este estaba al borde del llanto.
Podía comprender el porqué, pero él iba a ayudarlo, claro que lo haría. Una nueva presión en sus hombros, quizás tan desapercibida para Jungkook, pero ahí estaba.
Algunos minutos más, y los alumnos bajaron en sus despectivas calles. Un total silencio hasta que frenó en la casa de Jimin, el castaño suspiró.
—¿Estarás bien?
Jimin asintió, y al mismo tiempo agarraba su bolso. — Extrañaba a mamá. — Dicho eso, abrazó al pelinegro y saludo a Namjoon.
Jungkook levantó la mano y lo vió tocar la puerta. Otra vez el autobús siguió su rumbo, sólo faltaba él.
Su ansiedad no tardó en atacar, miles de ideas o situaciones malas.
«¿Y si fallaba?
«¿Sus padres ya lo sabían?
«Si salía mal no vería más a Taehyung...
Jungkook salió de su ensoñación al percatarse que lo estaban llamado. Levantó su mirada, y en efecto; estaba a pocos metros de la casa.
—Te paso a buscar en dos días. — Le dijo Namjoon. Caminó hasta el final del autobús, notando que Jungkook no reaccionaba.
El pelinegro recordó los consejos de Taehyung, y respiró profundo. Namjoon estiró su mano y lo ayudó a pararse.
—Tú puedes, si me necesitas llámame — Habló bajito Namjoon.
Con una mini sonrisa, Jungkook sacudió dos veces la cabeza afirmando. Sin más, se movió y bajo por fin del autobús.
Agarró fuerte su mochila y se adentró al distrito, pasos lentos pero seguros. Todo seguía igual, juraría que el ambiente lo iba a enloquecer.No tuvo oportunidad de tocar la puerta, la señora Jeon sonriendo de oreja a oreja; lo abrazó fuertemente.
—¡Bebé! Te extrañe.
Las ganas de llorar eran muchas, Jungkook ya no sentía igual los abrazos de mamá. Y todo empeoró cuándo vio al señor Jeon.
—¿No saludas a tu viejo padre? —
El corazón le latía tan fuerte, la iría y tristeza, y recordó que fue ahí por una misión.
Jungkook arrojó la mochila, y le regaló el abrazo más falso del mundo.
—¿Cómo han estado? — Preguntó Jungkook. Fingiendo interés, claro.
Hanna Jeon, cerró la entrada y agarró el equipaje de su hijo. —Lo de siempre, ¿Tus entrenamientos qué tal?
—Bien, avancé mucho. Namjoon es un gran profesor.
—Ese es mi hijo, le dije a tu madre que tenés un gran potencial — Elogio MinHo.
«Ajá sí, viejo mentiroso. Pensó Jungkook. Y en su lugar les sonrió.
—Muero de hambre, ¿Ya almorzaron? — Preguntó Jungkook.
🔥🔥🔥
La habitación se sentía tan fría y oscura, extrañaba esa calidez cuándo estaba con Taehyung y Jimin, se atrevería a decir Yoongi. Sin embargo; aún es muy reciente su encuentro.
Afortunadamente ya había anochecido, el reloj marcaban las dos. Jungkook revolvió sus cosas, sacando de un estuche un aparato mediado.
Servía para succionar toda la info de cualquier aparato, y todo quedaba dentro del dispositivo.
El señor Jeon tenía una computadora muy bien guardada, Jungkook lo sabía. Tan pronto se aseguró que no haya nadie, salió del cuarto.
Bajó por las escaleras en silencio, (esto se lo debía a Namjoon, el mayor lo entreno para ser cauteloso). Ya en la planta baja, volteó y se dirigió al final del pasillo.
Agarró el picaporte, entrando con éxito a la oficina. Sin perder el tiempo, Jungkook corrió de la pared un cuadro de ellos tres; dejando ver qué detrás estaba una caja fuerte.
Para abrirla se requería el ojo del señor Jeon, Jungkook lo descubrió cuando era un niño. Yoongi le dió unos lentes que copiaba las pupilas de cualquiera, fallaba un poco. Empero; necesito tres intentos y logró destrabarla.
Dentro habían algunos libros y la computadora, Jungkook sujetó lo segundo; apoyando en un costado el otro dispositivo. Una raya verde indicaba que estaba extrayendo lo del interior, Jungkook aprovechó que la netbook no tenía seguro y leyó.
Habían carpetas dentro de varios colores, rojos, verdes, azules, y marrones. Pero uno en particular llamo su atención, decía "Caso z" y su color era negro.
Jeon MinHo jamás fue de fiar, su personalidad cambiante, cargaba consigo muchos secretos, Jungkook lo asimiló.
Pero aún así, jamás se le cruzó por la mente lo que había dentro de esa computadora.
Fue cómo abrir una caja de Pandora, dónde Jungkook dejó salir cada mounstro...
Buenas, ¡feliz navidad!
Nada más paso a decirles algunas cositas. Primero: Espero que les vaya gustando la trama.
Y que ya nos vamos acercando a la recta final. Estoy emocionada por lo que se viene con esta historia.Les dí dos caps por tardar mucho tanto, voy a tratar actualizar seguido.
Su opinión me importa mucho, no duden en decir que les va pareciendo.Nos leemos pronto 💜
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Elements flower *TAEKOOK*
RandomPara conservar la paz dividieron la sociedad, dependiendo que elemento tengas; agua, fuego, tierra o aire. Dos chicos opuestos terminarían metidos en varios problemas, rompiendo una por una las reglas.