Una disculpa

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Una historia para Oliver, eso es justo lo que tengo entre mis manos, hace un par de semanas Blake se ha hecho cargo de escribir y reescribir cuantas veces se lo he pedido, algunas innecesarias, pero me ha complacido en ese sentido, a pesar de la a...

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Una historia para Oliver, eso es justo lo que tengo entre mis manos, hace un par de semanas Blake se ha hecho cargo de escribir y reescribir cuantas veces se lo he pedido, algunas innecesarias, pero me ha complacido en ese sentido, a pesar de la actitud que tuve con ella desde la última vez que nos vimos, después de ese día sólo se ha limitado a hacer lo que le digo, y hasta cierto punto se ha vuelto molesto, esperaba que dijera a través de un mensaje que no, o un insulto, pero ni eso. Por esta vez me siento mal, después de que ella se fuera y de que mi enfado pasara tome la hoja de papel que dejo sobre la mesita, ni siquiera supe que pensar.

Al principio solo me pareció un simple dibujo, pero al seguir viéndolo me di cuenta que era todo lo contrario, para empezar, había sido dibujado por alguien que sabe hacerlo, pero también le dio su esencia, cuando comprendí que no era tanto un dibujo sino una representación de algo más fuerte, y que obviamente tiene relación con ella, me sentí un tonto, por primera vez lo admito, la posición en la que el chico se encuentra, aquel matiz rojo y los pétalos a su alrededor, sin hacer de lado la intención oculta de la persona que se lo dio a Blake.

He intentado “disculparme”, a mi manera, sin embargo no ha funcionado, ella no responde a mis comentarios fuera de lugar al momento de chatear sobre el escrito, he intentado buscarla en la universidad pero cada vez que la veo esta con Michael, eso tampoco lo esperaba, y estoy en todo mi derecho de odiarlo, no creo que nadie esté a su nivel, además, eso evita que ella siga escribiendo, que luche por cosas que quiere, el amor lo arruina todo.

—¿Se te ofrece algo más Kevin? —pregunta con voz suave la chica que atiende la cafetería que suelo visitar en estos últimos días.

—No, solo dame la cuenta por favor.

Ella asiente con una ligera sonrisa en su rostro.

Me levanto de la silla, tomo el sobre que contiene el escrito y salgo de la cafetería para buscar mi billetera en la camioneta, al estar afuera puedo sentir ligeras gotas de lluvia caer sobre mi rostro, prefiero la nieve mil veces que la lluvia, dejo dentro de la camioneta todo, y al encontrar mi billetera y querer entrar de nuevo a la cafetería de reojo noto una silueta sentada, al enfocarme en ese punto reconozco de inmediato de quien se trata. Es Blake, está sola y sentada sobre una banca, dándome la espalda.

Doy un par de pasos hacia ella hasta que recuerdo la cuenta, regreso y al mirar a la chica de la cafetería no lo pienso dos veces.

—Dame dos capuchinos por favor —dejo un par de billetes sobre el taburete mientras espero a que estén, cuando tengo ambos vasos los tomo—, conserva el cambio —digo antes de salir.

Al estar afuera camino lo más rápido posible siendo cuidadoso con lo que tengo en mis manos, al llegar a la banca puedo notar que esta distraída, observa un punto de alguno de los edificios que están justo en frente, pero su semblante es diferente. Sin hacer mucho ruido doy un paso hacia ella y estiro mi brazo para acercar el café capuchino.

El Arte Abstracto de Kevin Miller [Reedición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora