Debilidades

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—Creo que es mejor si entro yo solo —puedo escuchar la voz de Michael mientras mi mirada se enfocada en Kevin y en la chica rubia.

No puedo despegar mi mirada de ellos hasta que los ojos de Kevin se enfocan en Michael al entrar en la cafetería por unos segundos para después buscarme hasta que me encuentra.

Doy la vuelta dando la espalda a la puerta de la cafetería esperando no salga, pero, ¿por qué saldría después de verme? No tiene motivos, la última vez que nos vimos quedó todo muy claro. Aún así no evita el hecho de que me sienta mal.

Suelto un suspiro, puedo escuchar la puerta abrirse y mi cuerpo se tensa, por favor que no sea él, al escuchar voces femeninas puedo relajarme, no es él.

—¿Te llevo tres días regresar con Michael?

Puedo sentir su respiración cerca de mi cabello mientras su mano derecha apenas toca mi brazo, rápido me alejo de él y lo miro. Ahora de cerca puedo ver unas horribles ojeras y una expresión de cansancio.  

—¿Estás bien? —Es lo primero que se me ocurre preguntar.

—Yo hice una pregunta primero Carter —intenta sonreír—, aunque es más que obvio que ya tengo la respuesta.

—Michael y yo no hemos regresado, solo salimos a conversar como buenos amigos.

—Si, algo que tú y yo no pudimos hacer, porque ambos no tenemos nada en común.

—Exacto —guardo mis manos en mi sudadera gris—, solo nos hemos visto obligados a lidiar por algo, de igual manera ha quedado muy en claro que tus gustos son exigentes.

—¿Exigentes? —Frunce su ceño.

—Si —con un leve moviendo de cabeza señalo adentro de la cafetería—, ya veo que te gustan rubias.

—Si, Rachel es hermosa y rubia, sin embargo —se acerca lo suficiente a mí y susurra en mi oído—, yo prefiero a las castañas.

—Como Lorraine —me limito a decir, mi voz sonó firme mientras mi pecho sigue sintiendo esa horrible punzada.

—Ahora te escuchas como una novia celosa.

Palabra incorrecta, pero mi ceño fruncido no ayuda, Kevin se da cuenta.

—¿Estás celosa Carter?, ¿por eso no entraste a la cafetería?

—La verdad es que no quería verte —miento—, pero ha sido inútil el esfuerzo.

Silencio.

La mirada de Kevin evita la mía, su ceño se frunce, tuerce sus labios y estoy segura que esta haciendo uso de razón de mis palabras.

—De haberlo sabido no hubiera salido como un idiota de la cafetería, ya veo que al único que le ha afectado la distancia ha sido a mí.

—Kevin…

El Arte Abstracto de Kevin Miller [Reedición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora