El Arte Abstracto de Kevin Miller [Reedición]

El impacto número uno

“Simplemente no temas a lo bueno Blake, a pesar de que nuestra vida llegue a ser una completa mierda todos, absolutamente todos merecemos ser  felices”

 

Las palabras del mensaje de Tim aún retumban en mi cabeza mientras camino despacio con el carrito por los pasillos del supermercado.

Sé que tiene razón, pero asusta tomar el riesgo, además no  debería de emocionarme porque Michael tuvo curiosidad sobre mí, eso no basta.

Me detengo sólo para tomar algunos productos enlatados y sopas instantáneas, realmente soy fanática de la sopa, y no es que no quiera o no me guste cocinar, es sólo que no tengo las ganas suficientes para hacerlo  sin olvidar que tengo tarea pendiente y estoy cerca de los exámenes finales.

Tomo varias de sabor camarón y una de pollo asado.

—Buena combinación.

La voz hace que me asuste tirando la sopa al piso, me inclino para tomarla pero me es imposible cuando algo duro, realmente duro impacta contra mi frente, pierdo el poco equilibrio cayendo al piso con un dolor horrible.

Toco mi frente al mismo tiempo en el que veo a Michael tocar la suya con una leve sonrisa.

—Lo siento —digo al seguir sobando el golpe.

—Soy yo quien debe disculparse —dice al ofrecerme su mano libre, la tomo y tira de mi con gentileza para estar de pie de nuevo—. ¿Te asusté?

Con una sonrisa tímida asiento mientras suelto su mano. Michael toma la sopa del piso y la coloca en mi carrito.

—No era mi intención Blake, ahora no sólo te asusté sino provoque un chichón en tu frente, por suerte estamos en el supermercado.

Sin esperarlo Michael me toma de la mano y me guía hacia el área de las carnes frías.

—¿Qué hacemos aquí? —pregunto con la curiosidad al cien, pensé que iríamos a el área de farmacia.

—He escuchado que la carne es muy buena para este tipo de casos.

¿Qué?

A Michael le toma solo un par de segundos soltar mi mano y sacar de un gran contenedor un paquete de carne y colocarlo en mi frente.

Al principio el dolor es intenso, ya que ejerce un poco de presión sobre el chichón, después de un rato el frío comienza a hacer lo suyo.

—¿Funciona? —pregunta con cierta preocupación Michael.

—Duele, pero debe de ser porque está funcionando  —le respondo con cierto humor—, tú deberías hacer lo mismo.

—Me preocupa dejar una marca en tu frente Blake.

Al término de sus palabras una extraña sensación oprime mi pecho, él siendo tan gentil al ser considerado en no dejar una marca, cuando literalmente mi cuerpo y alma tienen muchas.