Niña traviesa - Jenlisa G!P (+18) (Modificada)

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NARRA LISA

—Te extrañé tanto, Limario —me abrazo con tanta fuerza que pensé me sacaría un pulmón.

Jisoo había llegado hace 5 horas y cada que tenía oportunidad se tiraba sobre mí, Jennie estaba en su habitación con Rosé, Jisoo y yo aprovechamos para ponernos al día.

—Igual yo enana —reí abrazándola.

—¿Cómo te fue con Jennie?, espero no allá hecho la vida difícil —me soltó y yo solo le sonreí.

—Claro que no, se comportó muy bien —me senté en su cama.

—Bueno, veo que la casa no está patas para arriba, así que te creo —se rio y yo solo bufé.

—Confía más en mí, enana, dime como te fue...

—Mmm bien, ya sabes, reuniones y reuniones aburridas, reuniones —Lo dijo de una forma que parecía aburrida, pero su cara de boba me dijo otra cosa.

—Oye, a mí no me engañas, sé que hay algo más.

Ella se mordió los labios y me miró con una expresión de ¿duda?

—¿Qué pasa? —pregunté preocupada.

—Es que... No sé si pueda ocultarte lo que paso —camino hacia la cama y se sentó, yo me senté a su lado—Debo desahogarme con alguien, o creo que explotaré —se acarició la nuca, viéndome con cara de preocupación.

—Que pasó, me estás comenzando a asustar.

—No es nada tan malo... Depende como lo veas, A quien quiero engañar, sí que es algo terrible —que le diera tantas vueltas me estaba poniendo nerviosa.

—Pues ya suéltalo Jisoo —ella tomó aire y lo soltó todo como si se tratara de una bomba.

—Tuve sexo con Rosé todo el mes que estuvimos fuera —lo dijo tan rápido que no se me hizo fácil de procesar hasta que pasaron unos segundos y fue cuando mis ojos se ensancharon—Fue... Una locura... Una deliciosa locura —Ella siguió, pero más calmada —Sabes que su padre es una persona inestable desde que su mujer lo dejó y después murió. Todo el viaje se la paso en antros y prostíbulos, ya que acá son prohibidos. Él no estaba pendiente a Rosé en todo el tiempo que estuvimos allá —hizo una pausa y yo solo la escuchaba—No te lo conté, pero ella... me ha estado seduciendo, para ella fue muy fácil hacerme caer y que su padre no estuviera pendiente de lo que hacía solo fue una luz verde para... —Ella jugó con sus manos y yo entendí.

—¿Rosé es la chica que me dijiste que te gustaba? — la vi asentir.

—Yo... Me comencé a sentir atraída a ella cuando cumplió los 18 años, me sentí la mujer más depravada, ¿cómo podía gustarme una niña que conozco desde sus 10 años? —suspiro con el ánimo decaído.

—Pero ella ya no es esa niña, si ella buscó ese contacto entre ustedes, no te puedes sentir mal, ella ya es mayor.

Ella me miro y mordió su labio inferior.

—Lo sé, pero no es solo eso, creo que me enamore de ella, Lisa —me miro y sus ojos se veían vidriosos. Me acerqué y la abrasé, sentí como se aferraba a mi espalda—Tengo miedo Lisa... Ella es la mejor amiga de mi hija, no sé cómo reaccionaría Jennie si se llegara a enterar de esto, además tengo 30 años y ella 18, un día se le irá la calentura conmigo y yo me volveré a quedar sola, pero ante los demás me quedaré como la vieja de 30 que se metió con la amiga de su hija adictiva —La entendía más que nadie, yo estaba igual, también tenía miedo de todo lo que podía pasar con mi situación con Jennie, estaba aterrorizada —No puede contener mis ganas de tocar la de hacer la mía —decía triste—fui débil... Dejé que me sedujera una niña, Lisa.