Niña traviesa - Jenlisa G!P (+18) (Modificada)

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NARRA JISOO

Estábamos ya en el hotel, no permití que pasará mucho en ese avión, debía de comportarme como la adulta responsable que se supone que soy, pero poco me falto para hundir mis dedos en ella, tenía tantas ganas de hacerla mía allí mismo que me dolía horriblemente la vagina, pero no podía ser una irresponsable, era obvio lo escandalosa que podía llegar a hacer Rosé lo cual me estaba volviendo loca, pero en un lugar así era peligroso dejarnos llevar por la lujuria.

- Rosé vete para tu cualto, yo tengo algunas cosas que hacer. - Escuche al señor Park decirle a Rosé mientras yo pedía la targeta de mi recámara.

- Esta bien Padre. - El señor le entrego sus valijas a los empleados del hotel y salió. - Creo que ya tenemos luz verde. - Me miró coqueta y subió al ascensor esperándome, ella llevaba solo una maleta y yo igual, al las puertas cerrarse Rosé me agarro de la nuca devorando mis labios con hambre y yo le respondí con las mismas ansias. 

Caminamos hasta mi habitacion mientras nos besabamos como si nuestra vida dependiera de aquel beso, al entrar la hice rodear mi cintura con sus piernas, la escuche gemir al su mojada vagina chocar con mi vientre, agarre sus nalgas y baje con mis labios hasta su cuello besandolo, mordiendolo y lamiendo a mi gusto, ella morvia su caderas frotando su sexo mojando mi prenda. 

- ¡Aah Dios!. - La acorrale contra la puerta pegando más nuestro cuerpo por ende su vagina se apreto más a mi vientre y la escuche gritar de gusto.

- Ves, sabia que eras ruidosa. - Susurre a su oído mordiendo su lobulo y chupandolo, ella se apreto más a mí. - Y no tienes idea como eso me calienta. - Aprete mis manos sobre sus nalgas y camine con ella hasta una mesa que había allí y tire las sillas al piso, la sente sobre esta y subi su blusa sobre su cabeza, sus bellos pechos iban sin brasier. - Mierda. - Los mire embobada ella llevo sus manos a ellos apretandolos y acaricio sus pezones viendo como yo me relamia los labios me dijo.

- ¿Los quieres?... - Asentí viendo sus traviesas manos estimular ese par de melones. - Son todo tuyos. - Me acerque y tome uno entre mis labios sintiendo al momento como su cuerpo se extremese y ella suspira, con mi mano estimulo el pezón del otro con maestria. - Ohh mierda, que bien lo haces. - Chupo su pezón y voy por el otro, mis manos estaban en su muslos los acariciaba y las manos de Rosé estaba en mi espalda, luego sentí como ella tiraba de mi blusa hacia arriba sacandola por mi cabeza interrumpiendo mi solitaria guerra con sus pechos. 

Me quito el brasier tan rapido como pudo y al momento de sentir sus labios sobre mi piel fue una explosión de sensaciones, mi cuerpo entero reacciona de una forma que me sorprendio completamente.

- Aaah mmm. - Enmarañe mis dedos en su cuero cabelludo acercandola más a mi cuerpo, su lengua acariciaba mis pezones y chupaba con gusto, esa niña me tenía loca con solo chupar mis pechos. Su humeda boca fue por mi otro pecho y lo estimulo de la misma forma.

- Quiero escucharte gemir, gritar mi nombre. - Su manos fueron a mis pantalones y bajo mi cremallera.

- Lo siento, pero no soy ruidosa, cariño. - Ella me dedico una sonrisa traviesa.

- Eso lo veremos... - Susurro sobre mis labios antes de atacarlos con hambre, bajo de la mesa y me ayudo a quitarme los pantalones, al verme casí desnuda solo con mis bragas de encaje color rojo, ella se quedo viendome con la boca seme abierta. - Eres tan preciosa. - Le sonreí y me volví a acercar, viendo sus ojos y después sus labios, no me podía creer lo adictivos que eran sus malditos labios.