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NARRA JENNIE





Habían pasado cuatro semanas desde la llegada de mi madre y Rosé. Las clases iban igual de aburridas y yo seguía igual de caliente, salía al baño y me masturbaba allí, lo bueno es que ahora tenía a Rosé para cubrirme, a ella le conté todo lo que ha pasado conmigo y Lisa, con la cual después de lo acontecido en el cine, no hemos tenido contacto tan íntimo.

Lisa llegaba tarde del trabajo por lo atrasada que estaba en todo "esto... gracias a mí, claro", y también porque tuvo que salir de viaje a una maldita sección de fotos, la cual duró dos semanas y yo solo esperaba su llegada para tenerla solo para mí, pero no pude cumplir mi deseo porque cada vez que iba a su habitación no despertaba, su lado sexomne tampoco lo hacía por lo cansada que estaba, y yo no tenía corazón para despertarla, así que la dejaba descansar. Obviamente, eso me tenía mal, desde que iniciamos nuestra aventura sexual nunca pasaba de un día o más bien no pasábamos de 24 horas para tener sexo y eso me tenía al rojo vivo.

De todos modos, yo estaba muy ocupada con la escuela, era mi último año, así que debía de poner de mi parte para poder ingresar a una buena universidad, por eso trataba de controlar mis hormonas y dejar de pensar en Lisa en horas de clases, pero era lo más difícil del mundo.

Nunca me había pasado todo el tiempo pensando en alguien, pero Lisa no salía de mis pensamientos, lo peor de todo es que no solo me la pasaba con las bragas en papadas en todo momento, también me sentía súper confundida por andar pensando en su forma de tratarme, es que era tan bella que me daban ganas de besarle el rostro por horas.

Y aunque no teníamos sexo, ella seguía pendiente de mí, las dos semanas que estuvo fuera se la paso testeándome, hablamos de todo tipo de cosas, tuvimos chats subidos de tono, cosa curiosa porque siempre me encontré ridículo esas cosas, pero me encantó hacerlo con ella, fue muy excitante.



Flashback



—Te quiero sentir dentro de mí ahora mismo, mis dedos no me bastan —Escribí con mi mano libre, moviendo mis dos dedos dentro de mi sexo.

—Yo te quiero sentir alrededor de mí, mi mano no se siente tan bien como tu coño.

Sentí como mi vagina me apretó los dedos por lo que acababa de leer.

—Quiero que me cojas fuerte y no pares hasta que me partas en dos —ya me sentía cerca.

—Eso no me lo tienes que pedir, porque lo haré y me pedirás parar de lo duro que te penetraré...

Y así fue como tuve un orgasmo por primera vez leyendo las ricas y dolorosas palabras de mi tía postiza.

Fin del Flashback






La mataría porque desde que llegó no me ha tocado más allá de besos y roces, por esta razón me sentía súper frustrada sexualmente. Obviamente, mi juego de seducción no ha parado, eso es lo que hace nuestros desayunos más divertidos, ya que todas despertábamos a la misma hora, por lo tanto, mi juego lo hacía cuando estaba mi madre allí.

Claramente, lo hago de manera que ella no lo pueda sospechar. Puedo ser una calenturienta, pero no soy estúpida, sé que mi madre puede darse cuenta de lo que pasa si no hago las cosas con cuidado, tampoco quisiera que se entere de esa forma.

Sí, planeaba contarle, pero todo a su debido tiempo.

"Y es que yo tenía un problema, minúsculo..."

Lo que sucede es que se me hace casi imposible no contarle las cosas a mi madre, cualquier tema de mi vida, tal vez se deba a que desde pequeña ella me dio libertad de hacer lo que yo quisiera con mi propio cuerpo.

Niña traviesa - Jenlisa G!P (+18)  (Modificada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora