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Los días de exámenes llegaron, sin falta Izuku ya se dirigía temprano a la escuela, no estaba nervioso, pero para él llegar temprano en exámenes era para su buena suerte, hoy tendrían dos y los siguientes días uno hasta acabar la semana.

・・・

No estaba en sus planes llegar tarde pero casi lo hace, llegó a tiempo justo cuando la alarma que indica el inicio de la primera clase sonó, Katsuki suspiro y se dirigió a su asiento.
El profesor Aizawa comenzó a repartir los exámenes en los asientos de los alumnos.

— Espero se hayan preparado jóvenes, los exámenes no están complicados, no son complejos, lean bien instrucciones y suerte, comiencen — terminó de decir.

Sabía, sabía la mayoría de las respuestas, una que otra se le complicaba pero todo lo del exámen era lo que estuvo estudiando, el omega sabe lo que hace, pensó el alfa.

Y así transcurrió la semana, el pelicenizo incluso sorprendido de que se sabía las respuestas sin tener que hacer alguna jodida trampa, algo que jamás haría sería copiar, no se rebaja así, pero si podía tener uno que otro acordeón escondido en su manga o incluso escrito en su mano. Lo cuál esto no fue pues con agilidad y recordando lo repasado pudo contestar la mayoría sin problemas. A ver, un maldito mago no es, podría salir bien pero no con diez, eso seguro, del siete para arriba bastaba.
Casi siempre era de los últimos en acabar el exámen.

Izuku lo miraba dudoso, recordó su trato con él, si salía bien en estos exámenes le dejaría que lo tatuase y pagaría lo que el pelicenizo le pidiera, suspiró ahora un poco nervioso, hacerse un tatuaje no es nada malo y de hecho el omega ya estaba planeando hacérselo, aquellas hojas de árbol de cerezo ubicadas en la parte de su clavícula derecha. Cuando el pecoso habló de eso con su madre no se lo tomó muy bien, pero termino cediendo pues su hijo no era ningún bebé, eso lo tenía claro.

¿Todo bien, kacchan?  mostró su celular

— Es muy probable que me vaya bien, pequeño — contesto al omega.

El cual sonrió ampliamente, se había acabado la semana, los exámenes finalizaron sería mañana cuando se enterarán de las calificaciones de cada exámen y generales.

¿Estás cansado?  preguntó el pecoso.

— Si, siento que me va a explotar la puta cabeza, necesito descansar o algo — dijo suspirando pesadamente.

El omega frunció el ceño al escuchar al alfa hablar vulgarmente, seguían caminando por los pasillos de la escuela.

— No creas que se me ha olvidado nuestro acuerdo, estoy seguro que voy a terminar tatuandote — mencionó Katsuki.

Eso espero. escribió por último.

— Ya verás, nerd — dijo y pellizco su nariz.

・・・

Soñoliento y desorientado despertó sin ganas de ir a la escuela, tomó un baño y desayuno un trozo de pan. Así se dirigió al instituto y al llegar vió mucha gente acumulada en la zona del periódico mural escolar.
Las calificaciones, recordó.

Con algo de dificultad se coló entre los estudiantes y quedó enfrente, miró sus calificaciones.

Diez. Sonrió con triunfo.

Rápidamente busco la calificación del alfa. En el pasillo de lejos logró ver a Katsuki quién estaba con unos amigos y emocionado se dirigió hacia él.

— ¿Qué ocupas? — espetó el pelicenizo, algo desconsertado.

El omega lo jalo hacia el muro donde se encontraban las calificaciones y señaló las del perteneciente.

— Esto es una jodida broma, no? — dijo mientras veía lo imposible.

Y sin darse cuenta estaba abrazando al omega mientras lo cargaba, si de felicidad. Inmediatamente lo bajo.

Felicidades — dijo el peliverde, estaba de puntas apenas pudiendo alcanzar el oído del pelicenizo, habló como sí su voz fuera un secreto.

Un ocho de calificación final y todo gracias a la ayuda del omega, esto le sería perfecto para poder largarse de el instituto solo le faltarían los exámenes finales.

— Antes de lo de Mina debo hacerte ese tatuaje — refutó el alfa, mientras veía como el peliverde asentía y sonreía.

Pero que de pelculiar tenía este Izuku que Katsuki no podía evitar estar con él, mierda, pensó, es muy lindo.

Tampoco podía entender porque siempre que el omega le hablaba o hacia un intento de que su voz saliera para decirle algo se le hacía sumamente tierno.

SILENT   ◡   KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora