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— ¿Podrías parar de seguirme a todos lados? — musitó exasperado.

Mako se tensó y bajo la mirada.

— Yo lo siento, solo tal vez me siento un poco solo, no me hablas como antes — espetó victimizandose.

El alfa suspiró y sin decir nada siguió su camino junto con el pegadiso omega a su lado.

Los días pasaron rápidamente, siendo así este el último de su pequeño viaje escolar, días anteriores no hubo mucha comunicación entre ellos, Katsuki lo sentía, la ausencia del pequeño omega peliverde, sentía querer hablarle sin embargo este se notaba distante a como antes, así que nunca se dió cómo tal, en cambio la presencia insistente de Mako lo comenzaba a molestar.



・・・



A decir verdad el atardecer en aquel bosque era increíble, ante esa vista Izuku solo pensaba y cada día estaba más seguro de que Katsuki no importaba acerca de él, así que sin más decide simplemente hablar las cosas.

— Pero bueno si deberías, ve y habla con él — terminó de decir Kaminari.

El viento resoplo y el peliverde sintió escalofríos. Mientras asentía y se levantaba para dirigirse a dónde Katsuki comenzó a sentir un poco de ansiedad, este se encontraba con algunos compañeros desconocidos para el omega. Claro, todos siendo alfa al ver a Izuku llegar se exaltaron.

— Ya llegaron por ti — habló uno de aquellos hacía el pelicenizo.

— Cierra el hocico — contestó, tiro el resto del cigarro que se econtraba calando y se dirigió a el pecoso.

Sin mucho que decir comenzaron a caminar por el espacioso lugar, cuando derrepente el omega siente algo en su cintura lo cual resulta ser la mano del alfa y rápidamente se la empuja algo avergonzado.

— ¿Estás tan tímido hoy? — preguntó el pelicenizo.

Izuku negó levemente con la cabeza.
— Hay algo de gente aquí, no? — musitó el pelicenizo y sin darse cuenta el alfa le tomo de la mano y estaban corriendo a un lugar más aparte de los demás.

Parecía que no resistía más y su rapidez lo sorprendió, pues a saber en qué momento el omega estaba acorralado entre un árbol y Katsuki el cual se encontraba besándolo.

La idea principal era hablar con él, así que lo apartó.

— ¿Qué sucede? — preguntó confundido dejando de besarlo pero continuando por el cuello.

Izuku ya más molesto lo empujó con más fuerza aunque aún así no despegando por completo la cercanía del alfa y le enseñó lo que previamente tenía escrito en su celular.

Tenemos que hablar, ya no hagamos esto.

— ¿Qué? — habló el alfa ahora más desconsertado.

Solo quiero hacer esto con alguien a quien le gusto, me siento utilizado, es todo.

Escribió y el alfa quedó con una expresión atónita, al igual que indescifrable.
Por consiguiente el alfa se apartó por completo.

— ¿Y que piensas de mí o qué?¿Crees que me la paso haciendo esto con todo mundo? — espetó.

No, yo solo creo que no piensas en tus acciones y como me afectan.

— No me jodas, crees que hago esto por hacer? — musitó con voz más exasperante.

Izuku asintió, y volvió a escribir.

Tampoco es como si me estuvieras cortejando, al menos no lo parece.

— Yo solo... — no termino de hablar, conteniendo su palabra enojado, sin saber expresar aquello el alfa suspiró.
— Si eso sigues pensando de mí, es lo que haré — se limito a no mirarlo e irse, dejándolo solo.

Estaba claro, no podía sacar a frente el hecho de que le molestaba que estuviera con aquel otro omega, pero más que seguro estaba que quedaría bien con él.

Sin muchas ganas iba de camino de vuelta a su cabaña.

— Midoriya — escuchó detrás de él.

Otro alfa, por dios solo quería dormir y descansar de saber de la existencia de esos seres. Siendo modesto le sonrió y saludo vagamente a Shoto. Se notó.

— ¿Todo bien? — habló ahora acercándose a dónde el pecoso.

Parecía que le conocía tan bien.

Voy a ir acomodando mi maleta para irnos mañana, hablamos después. Escribió y rápidamente corrió a encerrarse.

¿Por qué el omega estaba tan aferrado a ese pelicenizo? Izuku no entendía el porque su omega le rogaba ir con él abrazarlo y nunca soltarlo, le llegaba a fastidiar que tan insistente e inocente era como para querer aferrarse a alguien que sabía que no le haría bien. ¿Pero como podría confiar en alguien con no muy buenas referencias? Tampoco es como que fuera un producto de Amazon, pero sus amigos y cercanos siempre mencionan el hecho de que Katsuki se metía con medio mundo cada que salía a algún bar u antro, de solo pensar eso la inseguridad y pánico aumentaba en su pecho. Incluso no siendo nada, recordando la última mirada que el alfa le dio, era algo decepcionada.

¿Fue muy duro con él? No, lo sintió justo.

No podía dejar que nadie se aprovechase de él, aparte era posible que a alguien cómo él le guste a alguien como a Katsuki? Un maldito omega hombre y aparte de todo mudo, que inútil suena, pensó.

Miró que no había nadie en la cabaña y suspiró aliviado, estaba tan cansado de el corto viaje, apenas pasando 3 días y tantas cosas que tuvo que hacer y de las que se tuvo que enterar.

Comenzó a alistar sus cosas sin ganas, esperando ya poder llegar a su hogar, y con su día a día normal.

SILENT   ◡   KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora