Capitulo 23 - Una vida juntos

387 26 7
                                    


Sinceramente, Mikasa no esperaba ese tipo de propuesta en un momento como esa, si bien, el si le había dicho muchas ocasiones que quería llegar a tener algo serio con ella no se imagino que realmente se lo diría en un momento como ese, no era que le incomodara o que le molestara el hecho de que se lo hubiera dicho poro después de haber tenido un encuentro amoroso, claro que no, no había razón para que llegara a molestarle algo así, al contrario, la idea realmente le agradaba en sobremanera, pero, de cierto modo, no estaba del todo preparada para algo como eso de manera tan repentina. Incluso se levanto suavemente para poder sentarse en la cama llegando a cubrir parte de su cuerpo con ayuda de las sabanas, como si de alguna manera estuviera intentando averiguar si el realmente estaba diciendo la verdad o no, pero el rostro de Jean era tan sereno, con esa sonrisa tan peculiar suya que no había manera de llegar a negar que lo estaba diciendo mas que enserio. 

-Lo digo enserio Mikasa... Se que de momento no tengo un anillo y no estamos en el mejor lugar como para decirte algo como eso, pero... Realmente quiero casarme contigo- Nunca lo había dicho mas enserio, lo único que deseaba en todo el mundo era llegar a casarse con ella. Poder tener una familia y vivir de una vez por toda el mundo de paz que merecían luego de todos esos largos años teniendo que vivir en las penumbras de la desgracia, desgracia tras desgracia durante años, lucha tras lucha, ahora que estaban en paz. Quería poder casarse con ella. 

-Jean... ¿En verdad?- Mikasa no podía creerlo, no porque no supiera que su amor por ella era sincero ni mucho menos, claro que no, ella sabía que su compañero hablaba mas que enserio, pero, había que comprender que había sido tan repentino que le costaba creer que estuviera hablando enserio, le había mirado a los ojos en medida que una pequeña sonrisa se dibujaba suavemente en su rostro -Me encantaría-

-¿En serio?- Jean le miro sorprendido, nunca creyó que llegaría a ese punto en que ella aceptaría una propuesta de matrimonio, claro que tenía pensado organizar algo mas especial para que la propuesta fuera inolvidable, después de todo no quería que su matrimonio se basara básicamente en algo que había surgido poco después de haberse entregado el uno al otro entre las sabanas. No, claro que no. Le encantaba tenerla entre las sabanas. Hacerle el amor era una de las cosas que mas solía disfrutar, pero claramente no quería que ella creyera que su relación se basaba solamente en lo erótico -Te prometo que haré algo mucho mas especial para ambos, ya lo verás- Incluso la tomo de las manos con especial afecto en medida que le miraba a los ojos con ternura, lo único que quería era poder estar con ella de esa forma tan especial, quería estar a lado de su compañera sin importar que sucediera -Pero realmente quiero que seas mi esposa. En cuanto todo esto termine podemos casarnos-

-Jean, no necesito un anillo o una cena lujosa para decirte que si, sabes que jamás le he dado importancia a ese tipo de cosas- Y no estaba mintiendo, ¿Porqué darle importancia a algo tan trivial como lo era el dinero o las cosas materiales cuando tenía algo mucho mas valioso delante de ella?. Jamás había sido el tipo de personas que le dieran importancia a las joyas. Mikasa era mucho mas sencilla que eso, no importaba que Jean tuviera la posibilidad de darle todo lo que ella quisiera, porque sabía que si le pedía la propia luna, se la daría, pero nunca fue el tipo de mujer que le diera importancia a cosas de ese tipo, lo único que deseaba era poder tenerlo con ella... Solo eso -¿Lo sabes?- Sonrió en medida que le miraba a los ojos con esa expresión que el tanto amaba, la forma en que sus ojos oscuros le miraban con tanta ternura, la manera tan especial que tenía de coquetear con ella, cielos, no podía negar lo mucho que la amaba. 

-Yo lo se... Pero aun así quiero hacer las cosas bien. Quiero que tengas tu anillo. Quiero que todos sepan lo mucho que te amo y que serás mi esposa una vez todo esto se calme- Había pasado prácticamente toda su adolescencia soñando con que ese precioso momento llegara como para dejar pasar la oportunidad de darle un anillo decente aun y cuando ella le dijera que no era necesario, para el claramente era mas que necesario, ¡El quería que ella se sintiera especial!, ¡Que se sintiera amada!, que todos supieran que la amaba -¿Esta bien?, déjame hacerlo, quiero dártelo- 

Más allá del finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora