Capitulo 9 - Dudas

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Finalmente, el día esperado había llegado. Ese día desde muy temprano los movimientos de la mansión para la preparación de la noche del baile habían comenzado, la mayoría de los sirvientes encontrado especialmente ocupados terminando de arreglar algunos de los arreglos de flores que ya habían llegado de parte de la florería, mientras que otros ya se encargaban de comenzar con la preparación del banquete, el resto había optado por encargarse de ir preparando el exterior de la casa para la llegada de los carruajes. El movimiento en la casa era demasiado agitado, por lo que no era extraño que los chicos ni siquiera hubieran tenido oportunidad de verse para desayunar, el desayuno de todos había sido enviado su respectivas habitaciones para que al menos, tuvieran tiempo de relajarse en su habitación y comenzar a prepararse en medida que la hora comenzaba a acercarse sin tener que presionarse por toda la agitación que había alrededor del lugar, pues de esa manera podría resultar un poco más cómodo para todos después de todo. Puesto que nadie había salido de sus habitaciones habían sido los respectivos sirvientes que estaban a su cuidado, los que se habían encargado de atender a sus amos, no había sido para nada extraño que Danely se hubiera  presentado desde temprano para poder ayudar a la azabache con su arreglo. Le había preparado un baño y ya tenía el vestido junto con los arreglos preparados para cuando comenzará a acercarse la hora.

-Espero que en esta ocasión no vayas a meterte a nadar con el vestido- De alguna manera, se podría decir que no era tan tonta, todos habían estado hablando de la forma que habían llegado los dos completamente mojados y dando por hecho que ambos habían estado en la playa, no era raro suponer que el agua había salido del mar.

-Ah, claro que no- Mikasa bufo mientras se levantaba de la cama con su bata para dormir dando un mero vistazo rápido a sus rosas, sonrío para ir hasta el baño y sumergirse en la bañera.

La agitación era realmente bastante, al final se sabía que el baile comenzaba por la tarde y aún y cuando aún era temprano todos tenían que estar preparados para que cuando apenas comenzara, todos estuvieran ya presentes, especialmente ellos, quienes eran quienes comenzaban con la celebración. Por alguna extraña razón, desde que habían llegado la noche anterior, ellos dos habían estado especialmente pensativo, a final de cuentas si había sido un poco extraña la manera en que se habían salido de control las cosas apenas comenzaron a besarse de nueva cuenta, ella se encontraba especialmente confundida porque no entendía aquel extraño sentimiento que comenzaba a acunar su corazón desde hace algún tiempo, tenía miedo de que quizá se tratara de algo meramente pasajero que no pudiera explicar con exactitud, después de todo, siendo soldado no era como que pudieran tener mucho portunidad para entender sus propios sentimientos, menos cuando se estaba en pleno campo de batalla.

-Has estado callada desde anoche- Danely intento hacerle platica, quería imaginar que si se encontraba de esa forma era porque estaba confundida respecto a sus sentimientos, al final, bien decían que las mujeres eran demasiado perceptivas la una con la otra -¿Sucedió algo?-

-¿Ah?- Ella nunca había sido de la que charlar a de sus sentimientos pero tenía que confesar que en esa situación se encontraba un poco confundida realmente no teñía muchas amigas mujeres con quienes poder charlar sobre ello. Luego de que se Sasha hubiera muerto hace un par de años, no había tenido confianza con alguna otra mujer como la había tenido con ella, siempre pudo charlar con ella teniendo la seguridad de que aún y con su carácter meramente impulsivo y carismático, siempre le daba el mejor de los consejos cuando se sentía de esa manera, luego de la muerte de su mejor amiga, sinceramente no había encontrado a una que pudiera transmitirle esa confianza, no la suficiente como para hablar de sus sentimientos al menos -No se... ¿Crees que pueda confiarte algo?-

-¿Uh?, claro que si, sabes que puedes contarme lo que sea- Aun a pesar de que ella se encontraba afuera del baño, se había acercado apenas un poco la puerta para escuchar que era lo que tenía que decirle sabía dónde mano que ella no era especialmente expresiva pero quería prestar la atención y hacerla saber que podía confiar en ella como fuera necesario.

Más allá del finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora