Habían pasado unos cuantos minutos desde que Eren y Floch habían estado charlando, el momento se había vuelto especialmente tenso para ese momento, ambos se miraban el uno al otro conforme los ojos esmeraldas de Eren lucían inexpresivos a diferencia de la última vez en que Floch los había mirado completamente determinados. El pelirrojo se negaba a creer que el hombre que había admirado tanto se negara a terminar con lo que había comenzado cuando tenía todo el poder en sus manos, tantos sacrificios, tantas muertes, tanta masacre, ¿Para nada?, no podía creerlo, se negaba a creer que realmente sucediera algo como eso, se negaba a creer que Eren hubiera abandonado realmente sus convicciones de ese modo.
-Eren... No me digas que realmente lo has olvidado todo, ¡No puede ser que los sacrificios que hiciste hayan sido en vano!, ¡Por el amor de.... Traicionaste a tu propio hermano con tal de activar el retumbar para terminar con Marley!. ¡¿Tienes idea de cuantos luchamos hasta el final por defender la causa que tu mismo nos diste?!. ¡Casi morí por tu causa!, ¡Estoy en este lugar por ti!, dure tres malditos años reclutando gente con tal de venir aquí por ti- Estaba molesto, incluso sus ojos se habían abierto como platos en medida que un par de lagrimas se asomaban entre los mismos sin poderlo creer.
-Lo siento- Fue lo único que Eren había mencionado en el momento en que había metido sus manos en sus bolsillos de nueva cuenta -Pero tomaron su decisión-
-Nosotros no... ¡¿Que hay de nosotros?!, Eren... Tienes a un montón de seguidores que marcharan contigo hasta el final de nueva cuenta, somos mas que antes, en el ejercito de Paradis hay muchos de nosotros... Muchos de los soldados son los que me han estado dando información todos estos años y me han ayudado a mantenerme oculto de la Reina, tienes a todo un ejercito a tu disposición...- Se había acercado a el en medida que le miraba de manera fija, intentando convencerlo del mismo modo en que había convencido a muchos de que seguirlo a el y los Jaegeristas era la mejor causa a la que podían apoyar en un momento como es, ahora estaba ahí, intentando convencer a Eren de que su idea de volver a activar el retumbar ahora que no había posibilidad de poder detenerlo -Por favor... ¡¿Porqué debemos pensar en el resto del mundo cuando nos abandonaron durante años?!, ignoraron todo lo que sucedía en Liberio con nuestra gente a la que criaron para odiar su propia sangre-
-¡Porque morirá mucha gente, Floch!, ¿Entiendes que el verdadero enemigo es Marley?, la ideología de odio invadió cada rincón de la tierra y por eso nos ignoraron durante años, mientras esa idea siga, no habrá paz...- No entendía porque estaba tan insistente con la destrucción pero sin duda alguna el mismo sabía que no podía ceder bajo ninguna circunstancia a las palabras de Floch, sabía lo manipulador que el pelirrojo podía ser dado que siempre había tenido el don de saber usar bien las palabras, algo que en su momento le había ayudado pero, en esos momentos no necesitaba que lo usara con el.
-Es justamente por eso que te lo estoy pidiendo Eren, tienes todo el poder en tus manos, una sola orden tuya y el caos se va a desatar en la tierra, ¿Es que aun no has entendido que el poder que tienes es como el de un Dios?, literalmente cualquier cosa que hagas, cualquier cosa que tu desees se hará realidad- Se acerco lo suficiente para poder mirarlo a los ojos con un poco mas de determinación mientras esperaba que el finalmente pusiera atención a sus palabras de una vez por todas, lo que necesitaba en esos momentos era que el supiera que estaba hablando mas que enserio, que realmente acataría cualquier orden que el le diera con tal de que Paradis finalmente fuera libre de su yugo aun sin el poder de los titanes de por medio.
Eren se había quedado en silencio pensando, dentro de todo sabía que el tenía razón, mientras esas ideologías siguieran con vida y no se extirpara el mal de raíz, jamás obtendrían una paz completa para los suyos... Pero había sido por esa razón que el había dado la opción de elegir a sus compañeros, nunca les había querido imponer sus ideas y ellos habían decidido que detener el retumbar y tomar el camino de la paz para resolver sus problemas había sido la mejor opción. El acepto su decisión dejando que Mikasa lo matara, y destinado a pasar una eternidad en las tierras en las que alguna vez Ymir habito completamente sola, mirando el ritmo que tomaba la vida. Sabía que aun cuando Armin siempre había tenido un talento nato para usar las palabras, ni siquiera sus discursos serían suficientes para lograr que la gente olvidara tan fácilmente a los demonios de Eldia, aquellos a los que Marley les había dado la fama de ser los únicos villanos en una historia que tuvieron que pagar muchas generaciones con su sangre. El mismo sabía lo que pasaría dentro de unos años, cuando los descendientes de todos ellos siguieran en el mundo, Paradis finalmente sería destruida y reclamada por el enemigo, era algo que dentro de todo le dolía tener que aceptar porque había sido lo que sus amigos habían deseado, el solo tendría que limitarse a observar con los brazos cruzados a que todo tomara su curso del modo que tenía que ser.
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Más allá del final
أدب الهواة3 años han pasado después del retumbar y de la muerte de Eren, el mundo va tomando su ritmo, las personas van tomando su nuevo camino y reinician sus vidas... Luego de haber dado tiempo de que Mikasa sanará sus heridas, sus amigos han decidido regre...