Se podría decir que Dani venía bastante bien. Siete de los catorce días ya habían pasado y se las había arreglado para llevar una sonrisa en su rostro gracias a sus padres. Aunque Flavio había estado muy ocupado desde el primer día, Emma no empezaría a trabajar en el hospital hasta la semana siguiente, así que pasaban mucho tiempo juntas, haciéndose compañía o paseando.
Su nuevo apartamento estaba equipado con lo básico en muebles y vajillas, pero aún faltaban algunas cosas. Así que, después de que el primer día se dedicara principalmente a desempacar las cajas, en el segundo decidieron salir a comprar y a pasear por la ciudad. Dani incluso aprendió algunas palabras fáciles e intentó usarlas cuando podía.
"Algo te anda molestando, ¿no es así?", preguntó Emma mientras preparaba la cena. Había visto a Dani sentada en la mesa de la cocina durante un buen rato con un bolígrafo en una mano, su cabeza apoyada en la otra y una ligera mirada soñadora en sus ojos, como si sus pensamientos estuvieran a kilómetros de distancia.
Y de hecho, lo estaban. Su mejor amiga ocupaba su mente cada vez más y no podía esperar a que poché y JC llegaran a Suecia para poder abrazarla otra vez. Aunque todavía faltaban algunos días para eso.
"¿Dani?"
"¿Qué?", finalmente la miró a Emma que se encontraba cortando las verduras para su cena.
"Que te he preguntado si algo te pasaba, hija."
"Mhmm", la joven asintió.
"¿Y quieres contármelo?"
Dani dudó. Siempre le habían dicho que podía acudir a ellos y la mayoría de las veces lo hacía, ¿Pero con esto?
"Vamos, suéltalo", Emma sonrió y se sentó en una de las sillas también, descuidando sus preparativos para la cena para poder escuchar lo que su hija estaba por contarle.
"Es..." empezó, pero luego el coraje pareció dejarla.
"¿Es sobre Poché?", intentó adivinar.
"Sí... No, bueno en parte si"
"Sabes que puedes preguntarme o contarme lo que sea cariño"
Asintiendo con la cabeza, Dani respiró profundamente y dejó que su mirada se centrara en la ventana. Todo lo que había fuera estaba cubierto bajo una manta blanca de nieve, se veía tan hermoso. Aunque, comparado con Poché, nada lo era. "¿Cómo se siente el amor?", preguntó finalmente, aun evitando su mirada.
Sorprendida por la repentina pregunta, Emma intentó responderle a su hija de corazón. "Bueno, ¿Qué quieres saber?"
"¿Cómo sabes que amas a alguien?"
Eso fue un poco más fácil. "Pues amas a alguien cuando piensas en esa persona todo el tiempo y sientes una sensación cálida si está cerca."
"¿Cálida?"
"Sí, cálida. Que todo se siente bien. Y crees que ya tienes todo y no necesitas nada más", mirando a la joven morena, pensó en su despedida en el aeropuerto. "Todo lo que haces es sonreír, no puedes imaginar tu vida sin esa persona y... te pones nerviosa fácilmente cuando está cerca."
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Una en un millón [Terminada]
FanficSe conocieron cuando Poché tenia 5 y Calle 6 años. Desde el primer momento, se volvieron inseparables. Esta es la historia de como fueron creciendo y aprendiendo juntas. ~Los capítulos están en edición, una disculpa por los errores ortográficos~