capitulo 41

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Poché caminaba de arriba a abajo en su sala de estar, esperando con impaciencia a que Dani volviera a casa de una reunión de un grupo de estudio' que había surgido de la nada. Habían tantas cosas que no encajaban en el rompecabezas que ahora no sabía si confiar en su novia o pensar que Dani se había inventado otra excusa para escapar.

¿Y ahora se suponía que debía prepararse para sus reservas en el restaurante? Claramente no pensaba ir. Si Dani iba a romper con ella, quería al menos estar en su más cómoda ropa, lo más preparada que pudiese.

No podía evitar pensar que el aniversario anterior había sido tan perfecto, habían decidido tomarse unos días libres para pasar el fin de semana en una casa en la montaña. Y aunque ahora estaba enfadada y al mismo tiempo con miedo, deseaba volver a ese fin de semana. Lo habían disfrutado tanto, aprovechando para descansar juntas. Siempre se había sentido así, pero ahora no podía deshacerse de ese presentimiento que tenía adentro suyo de que algo no estaba nada bien.

Entró en el baño y se miró en el espejo. Se veía fatal, su cabello estaba atado en un moño desordenado, sus ojos parecían cansados y por mucho que lo intentara, no podía conseguir sonreír.

Saliendo del baño cuando oyó la puerta principal, se encontró inmediatamente con la morena mientras la cerraba. "Hola", la saludó mordiendo su labio inferior.

"Hola Poché", respondió Dani con una sonrisa. Sin embargo, al ver la apariencia de novia, su cara cambió. Una sudadera no era lo que tenía pensado que poché escogería para su salida de aniversario. "¿Por qué no te estás preparando?"

"¿Y por qué debería hacerlo?"

"¿Por qué deberías?", repitió la morena. "Pues porque tenemos reservaciones en menos de una hora, Poché. Te he dicho antes de irme que apenas llegaba a darme una ducha rápida y que deberías estar preparada", no estaba enojada, solo estaba confundida. Poché había dicho que tenía ganas de salir a cenar, ¿O lo había soñado?

"Ya... Bueno, no voy a ir", respondió la rubia y cruzó los brazos sobre su pecho.

"¿Qué quieres decir con que no vas a ir? Hoy es...", pero fue cortada por su novia.

"¿Qué me estás ocultando Dani? Dímelo ahora", exigió Poché, sus ojos mirando a la morena.

"Yo no...", quiso protestar pero su novia volvió a interrumpirla.

"No te atrevas a mentirme, Dani. Hemos sido las mejores amigas desde pequeñas y estamos juntas desde hace años, te conozco... Te conozco más de lo que me conozco a mí misma y se que algo pasa. ¿Quién es la chica del bar? ¿Qué me estas ocultando?", porque estaba segura de que si Dani estaba con otra persona, no saldría a cenar a ninguna lado. No, estaría en el primer avión o tren de regreso a casa para que sus padres la abrazaran hasta que dejara de llorar.

Los ojos color avellana se abrieron de par en par en el shock. Tratando de tranquilizarse, intentó inventar una excusa. "Poché, déjame explicart..."

Pero ya para ese entonces la rubia había empezado a soltar todo, y se ve que no podía parar, así que continuó. "Te he visto ayer en el bar con una chica cuando me dijiste que estabas estudiando... Y la semana pasada, que supuestamente estabas en la biblioteca, ¿Pues adivina que? Tu identificación estaba en el mostrador de la cocina, ¡así que perdóname por no creerte más!", gritó la última parte intentando contener las lágrimas, pero era inútil. Si Dani la engañaba después de todo este tiempo, no sabría cómo sobrevivir a eso. Así que se preparó para lo peor, para que su mundo se desmoronara tan pronto como Dani abriera la boca.

Una en un millón [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora