Cuando poché se despertó la mañana siguiente, estaba envuelta en los brazos de su novia bajo las sábanas. Pestañeó un par de veces para ver lo que la rodeaba, un poco desorientada, hasta que su mirada se fijó en Dani. Era preciosa cuando estaba despierta, pero así dormida aún más. No podía dejar de mirarla ni podía imaginarse lo que sería su vida si la morena quisiera alejarla de la suya, realmente no podía.
Intentando distraerse con otra cosa para evitar que sus lágrimas cayeran ahí mismo, se acercó y corrió un mechón de pelo de su cara con ternura, acariciándola y pensando en que pagaría lo que fuera por saber lo que estaba pasando por la mente de Dani en esos últimos días.
"Hola", murmuró Dani que ya estaba semi despierta.
"Hola a ti", le respondió. "¿Cómo has dormido?"
"Mmh bien", aún con los ojos cerrados le respondió.
Poché se dedicó unos minutos para besarla cómo solía hacerlo todas sus mañanas, así que acercándola con una mano en el cuello, dejó que sus dedos jugaran con los rizos oscuros. Juntó sus labios intentando profundizarlo, pero ni bien Dani comprendió las intenciones de la rubia, se alejó ganándose una mirada desconcertada de Poché. "¿Qué pasa?"
"Que no te sientes bien Poché", le habló con preocupación. "¿Te sigue doliendo la cabeza?"
"Me siento mejor, Dani, de verdad. Dormir en tus brazos me ha hecho mejor", añadió con un movimiento de cejas. "¿Ahora podemos...?", sus dedos continuaban acariciando el cuello de la morena mientras le hacía la pregunta, con su voz llena de deseo.
Respirando hondo, los ojos de Dani se fijaron en los suyos otra vez, intentando asegurarse que la rubia estuviera bien y no mintiera. Cuando lo comprobó, sonrió y la acercó tomándola de su pijama. Pero la rubia tenía otros planes porque, en el momento en que Dani intentó acercarse, se movió aun más empujándose sobre sus manos, dejándola debajo de ella.
Lo que había empezado como un beso de buenos días de a poco iba escalando. Sus labios se chocaron entre sí otra vez con sus lenguas explorando una a la otra. Un beso, dos besos, tres... El fuego dentro de ellas seguía avanzando a medida que presionaban más sus cuerpos.
Dani trató de controlar un poco la situación, empujando su cintura y su pierna hacia arriba e instantemente sintió como un suave gemido escapaba de sus labios. Pero Poché tenía otros planes porque aprovechando su distracción, tomó las manos de la morena y las sujetó por encima de su cabeza.
"Déjalas ahí", susurró sobre sus labios con una sonrisa pícara. Si Dani pensaba dejarla, entonces le iba a demostrar lo que se perdería.
Con la nueva libertad para moverse por el cuerpo de su novia, empezó a dejar besos sobre sus mejillas, bajando lentamente hacia su cuello e intentando disfrutar de cada centímetro de su piel. Era algo de lo que nunca iba a cansarse, de besar cada lunar que encontraba en su camino.
Los pies de Dani no paraban de moverse bajo las sábanas, pero a ninguna le importaba. Ella estaba demasiado distraída por lo que su novia le estaba haciendo que su cuerpo estaba ya en un punto en el que nada más le interesaba.
"Poché", gimió. Su respiración era irregular, su corazón latía tan rápido en su pecho que estaba a punto de estallar y Poché no parecía detenerse ni moverse de donde estaba. Intentó liberar sus manos pero fue inútil, la rubia las tenía atrapadas.
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Una en un millón [Terminada]
FanficSe conocieron cuando Poché tenia 5 y Calle 6 años. Desde el primer momento, se volvieron inseparables. Esta es la historia de como fueron creciendo y aprendiendo juntas. ~Los capítulos están en edición, una disculpa por los errores ortográficos~