Cuando Poché volvió a abrir sus ojos, los rayos de sol ya brillaban desde la ventana. Mirando a su alrededor, un poco desorientada, se dio cuenta que se había quedado dormida del lado de Dani de la cama. Preguntándose por qué, sus ojos se centraron en el destello de luz que se reflejaba en el anillo que llevaba puesto y no pudo evitar sonreír ante el recuerdo de la noche anterior. Estaba comprometida y se iba a casar con el amor de su vida, todavía no podía creerlo. Había pasado unos días tan abrumada y ayer todo había desaparecido en tan solo un segundo.
Y madre mía si habían celebrado, había aprovechado para tocar, acariciar y besar cada parte del cuerpo de Dani. Al final, la morena había caído sobre el colchón, exhausta, y se había quedado dormida en el lugar. Así que Poché se había puesto cómoda en el otro lado de la cama, no sin antes cubrirla con una manta para que no pasara frío.
Se movió un poco más atrás en los brazos de su futura mujer para sentirla más cerca y sonrió. 'Futura mujer', eso si que sonaba tan... tan... no había palabras para explicar cómo se sentía. Podría escribir un libro sobre lo feliz que estaba en ese momento y aún así no sería suficiente. Nunca habría suficientes palabras para describir lo que la morena le provocaba.
Girándose cuidadosamente para no despertarla, los ojos cayeron inmediatamente sobre los labios de la morena. Dani se quería casar con ella y quería pasar el resto de su vida juntas. No veía el momento de que compartieran un hogar, un futuro, tal vez incluso una familia, y eso también significaba compartir un apellido. Siempre había sentido que Garzón Guzmán era perfecto para ella, era la mezcla perfecta de sus padres y estaba muy orgullosa de serlo, pero ahora tenía sus dudas.
"María José Calle", se dijo a sí misma en un susurro. Sonaba bien pero, por otra parte, Dani era el único miembro que quedaba de su familia. ¿Y si Dani quería que mantuvieran sus respectivos apellidos? "Daniela Garzón", probó de todos modos.
"Ambas suenan bien", murmuró la morena con voz ronca y sus ojos aún cerrados, sorprendiendo a su prometida con sus palabras.
"¿Ya estás despierta?", preguntó Poché antes de poner el pelo oscuro detrás de la oreja de Dani. "Que pensé que dormirías hasta el mediodía."
"Mhmm, ¿Qué hora es?" preguntó, pero capturó los labios de la rubia en un amoroso beso antes de que Poché pudiera responder a su pregunta, acercándola lo más posible con su mano izquierda presionada contra la parte baja de la espalda.
Poché disfrutó en la sensación de sus cuerpos juntos mientras se apoyaba en un codo para mirar más allá de la cabeza de Dani, tratando de encontrar su móvil en la mesita de noche de su lado. "Son casi las nueve."
"Sigamos un ratito más...", se quejó Dani. La última vez que comprobó sin querer la hora ya eran más de las tres. Y eso fue antes de que Poché empezara otra ronda. No se quejaba de que lo celebraran ni en lo más mínimo pero necesitaba dormir más. Aunque su estómago parecía pensar diferente, porque se escuchó un pequeño sonido salir de ella.
La carcajada que salió de la boca de Poché rompió el silencio de la habitación. "¿Tienes hambre?", le preguntó con amor. Empujó a Dani a su espalda y se abrazó a su cuerpo con su cara en el cuello mientras inhalaba profundamente.
"Mucho... Es que nos hemos saltado la cena de anoche cariño."
"Bueno no... No estoy de acuerdo Dani", le respondió con voz baja y sensual, su aliento le hacía cosquillas a la morena con cada palabra. Alejándose un poco, pudo ver que Dani brillaba con la luz del sol que entraba por los huecos entre las persianas, su pelo despeinado se extendía por toda la almohada y Poché podía jurar que nunca la había visto tan preciosa. Estaba a punto de empezar a besarla de nuevo cuando, esta vez, su estómago se escuchó.
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Una en un millón [Terminada]
FanficSe conocieron cuando Poché tenia 5 y Calle 6 años. Desde el primer momento, se volvieron inseparables. Esta es la historia de como fueron creciendo y aprendiendo juntas. ~Los capítulos están en edición, una disculpa por los errores ortográficos~