Capitulo 34

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Poché odiaba la historia, odiaba aquella asignatura, sus deberes y todo lo que tenía que ver con eso. Si en vez de renegar tanto se hubiese concentrado en escribir aquel maldito trabajo que tenía que entregar mañana, probablemente lo hubiese terminado hacía un par de horas, pero es que no podía. Estaba segura de que Dani ya habría terminado el suyo.

Sacudiendo su cabeza, volvió a fijar su mirada en la pantalla del ordenador, llevaba dos páginas y el mínimo eran tres. Casi había llegado, porque evidentemente se iba a conformar con el mínimo. La última vez que había llamado a Dani, esta le había dicho que iba por la página cuatro, realmente no sabía de donde sacaba sus ideas.

Se dispuso a retomar lo que tendría que estar haciendo cuando de pronto cayó en la cuenta de algo... tenía sed. Le había prometido a su novia que no se levantaría de la silla hasta que el trabajo estuviese terminado, pero pararse a buscar un vaso de zumo no contaba.

Así que, sin pensarlo dos veces, abandonó su habitación con destino a la cocina. Mientras bajaba las escaleras distinguió dos voces, una era de su madre y la otra de Emma. Pobre Flavio, debía sentirse bastante solo en la casa de los Castro porque Dani y su madre estaban siempre en la suya. Terminó de
descender los escalones de manera silenciosa para no molestar y, al escuchar el nombre de Dani en boca de su madre se paró en el sitio.

"Oye, que bueno que Dani finalmente haya decidido lo que quiere estudiar Emma", comentaba su madre.

"Fíjate que si, aún recuerdo cuando Poché y ella decían que querían ser astronautas", suspiró la otra mujer y Marta soltó una carcajada.

"Es que lo han dicho tanto que al final empecé a creérmelo hasta yo", admitió. "¿Y a elegido Dani la universidad que quiere ir?", se interesó entonces Marta.

El tema prohibido, el tema que se convertiría en un gran dolor de tripa si le daba demasiadas vueltas y por eso no le había dado ninguna aun. Dani llevaba días indecisa en lo que quería hacer cuando terminaran el instituto. Poché sabía que quería dedicarse a la escritura, siempre se le había dado bien- salvo cuando eran deberes de historia - y tenía algunas opciones en mente. Pero es que la morena aun no tomaba su decisión y en el fondo tenía miedo de que la carrera que eligiera fuera muy lejos de ella.

Eso había sido hasta hace dos o tres días atrás, donde Dani se le había acercado una tarde y le había comentado que pensaba estudiar trabajo social. Todavía recordaba a la Señora Miller con mucho cariño y sentía que podía ayudar a muchos niños que estaban pasando por lo que ella había pasado alguna vez. El problema continuaba siendo donde estudiaría porque la morena aun no lo tenía claro.

De alguna manera Poché había logrado dejar ese pensamiento a un lado, convenciéndose que todavía faltaba tiempo para eso, pero su madre y Emma la habían hecho caer en la realidad de que no faltaba tanto y que tarde o temprano tendría afrontarlo. que

"Aún no, pero Flavio ha averiguado y está empeñado en que haga la carrera en la misma universidad en la que ha estudiado él", suspiró la mujer.

"Ya pero Flavio ha estudiado en...", se sorprendió Marta.

"En Paris, si", completó la frase Emma y poché sintió como el corazón comenzaba a estrujarse dentro de su pecho. No sabía cómo se sentía uno segundos antes de sufrir una parada cardio-respiratoria, pero puede que fuera así porque estaba segura que algo le estaba pasando.

Una en un millón [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora