❝𝐂Ó𝐌𝐏𝐋𝐈𝐂𝐄❞ ⸻ 𝐎𝐮𝐦𝐚 𝐊𝐨𝐤𝐢𝐜𝐡𝐢

🍇 ⇢ 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 12.

[💫];; Artista de la imagen de la multimedia: @joyfulmuraena en Twitter.

Yo y mi Juicio Escolar - Parte 5.

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Al entrar en la biblioteca, pasando por la gente amontonada que ya había, vi...

El cuerpo de Amami Rantaro, chico del que aún no conocíamos su talento definitivo, muerto en el suelo.

Me había quedado en blanco.

– Es una broma, ¿Cierto?, esto no...

Mis pensamientos sólo se centraban en negar la realidad, me habia quedado paralizado, con los ojos fijados en Amami sobre el gran charco de sangre. Empecé a sentir como perdia el equilibrio, no me podía mantener en pie, mi cuerpo no respondía.

Mi respiración se vuelve entrecortada poco a poco...

Solamente el agudo grito de Shirogane logró despertarme de mi trance de negación.

– ¿A-Amami... -Kun? – fue lo único que logré pronunciar sin ahogar mis palabras antes.

– ¡¿Amami-Kun?! ¡¿Por qué?! – exclamó Kiibo.

– ¿En serio? ¿Ese pedazo de cosa que está ahí tirada es Amami? – murmuró Iruma temblorosa.

– Ya veo... Era de esperar. Kehehe... Este mundo es tan bonito. – dijo Korekiyo.

– ¿Acaso es una broma? Mi querido Amami-Chan ha muert- Quiero decir, ¡Ha sido asesinado! – lloró Ouma irremediablemente.

– No hacía falta decir eso... – dijo Akamatsu.

– Hmph... Qué irónico. La persona que quería acabar el juego, ha muerto; y el que quería morir, no. – dijo Ryoma.

– ¿Qué significa todo esto? ¿Alguna explicación? – pidió Tojo.

– No es necesaria ninguna explicación. – respondió Mobokuma con simpleza. – ¿Ya se te ha olvidado el premio? No habrá Juicio Escolar, así que de poco sirve pensar en lo ocurrido. Empecemos pues, ¡Qué el culpable dé un paso adelante!

– ¿La persona que mató a Amami-Kun...? – preguntó Shirogane.

– Entonces, ¿Sí que hay un asesino hombre que ha matado a Amami? – Habló Chabashira alterada.

– ¿Por qué supones que es hombre?

– ¡Tiene que serlo! Este tipo de crímenes violentos solo los hace un hombre.

– ¡Vaya idiota! ¡Muy amistoso, pero se pone a matar como si nada...! ¡A ese tipo lo mandaba yo a que se joda! – exclamó Momota.

– Puhuhu... Mira que enfadarse... Seria mejor darle una cálida despedida. – rió Monokuma.