- Eh... ¿Cómo saben que fue en ese momento? - cuestionó Miu, colocándose repentinamente nerviosa.
- ¡Deja de preguntar tonterías! ¡Esto se ve claro por eliminación! Pues nada... Voy a tener que explicarle todo a ésta concubina.
- ¡¿Concubina...?!
- Para empezar, el gimnasio está cerrado durante el horario nocturno. - empezó a explicar.
- ¡Si entras por la noche, sonará bien alto! - advirtió Monophanie.
- ¿Te refieres a mí trasero?
- ¡Se refiere a la alarma, Monotaro!
- Después de la noche, viene la mañana. Pero esconder el cuerpo a esas horas... - siguió Mirai, hablando pensativo.
- ¡Nyahahaha! ¡Imposible! - interrumpió Angie con su estruendosa risa. - Himiko y yo estuvimos esperando frente al gimnasio a que abriera.
- Lo que deja una única posibilidad. Ayer antes del horario nocturno. - finalizó el dictador. - ¡Cualquiera que no entienda eso es tan tonto como la concubina de ahí en enfrente!
- ¡Ah... Aaah!
- Ya deja eso, Ouma. Iruma-San está actuando... Raro. - pidió Mirai.
- En pocas palabras: El culpable dejó el cuerpo en el tanque ayer antes del horario nocturno. - resumió Kirumi. - Lo que significa que también lo mataron sobre esas horas.
- ¡Bien! ¡Hemos conseguido hallar la hora aproximada de la muerte! - celebró Tsumugi.
- Todavía no me cuadra... ¿No podemos concretar un poco más la hora de la muerte? - preguntó Kaito.
- Si le preguntamos al último que vio a Hoshi-Kun ayer, podemos concretar esas horas mucho más. - respondió pensativo Shuichi, para después mirar a Kirumi. - Tú ya te has encargado de eso, ¿No, Tojo-San?
- Sí. Gokuhara-Kun fue la última persona qué lo vio con vida. - respondió la susodicha.
- ¿Eh? ¿De verdad? - habló el señalado sorprendido.
- ¿Y cuándo lo viste exactamente? - cuestionó Tenko.
- Mmh... Pues cuando estaba invitando a todos a venir al Conociendo a los insectos... - respondió entre pensamientos. - Supongo que sobre las 8 de la noche.
