¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estudiante de intercambio del más allá - Parte 3.
───── ❝ 🍇 ❞ ─────
Siendo arrastrado por Ouma en todo el camino para reunir a los demas, quedamos en el comedor esperando la presencia de Saihara con la dichosa linterna.
- ¿Qué pasa, Mirai-Chan? Luces distraído. - habló Ouma, jalando de mi manga reclamando mi atención.
- ¿Ah? Nada... - murmuré pensativo.
- No pareces pasarla bien... - le escuché murmurar.
- En serio, no es nada... - aseguré.
- Está bien... - dijo. - Pero si te llegas a sentir mal en algún momento, ¡Puedes pedirme un abrazo!
- ¿Eh?
- ¡Sí! Dicen por ahí que los abrazos hacen felices a las personas. - habló sonriente. - ¡No podría soportar ver pasar un mal rato a Mirai-Chan!
Exclamó de forma dramática, a lo que sonreí sabiendo que simplemente estaba bromeando.
– ¿Será esa la razón por la que me abrazas tan seguido? – cuestioné con cierto tono burlón, ocultando mi curiosidad.
– ¿Eh? ¡Para nada! Solo te abrazo porque quiero, no porque me sienta mal. – aseguró con una sonrisa orgullosa, a lo que reí por lo bajo.
Dejando eso de lado, mirando la sala, siento que falta alguien...
Nuestra pequeñas conversación finalizó abruptamente ante la llegada de Saihara con el objeto en mano.
- ¿Es verdad que has encontrado otra Linterna del Recuerdo, Saihara-Kun? - cuestionó Kiibo.
- Sí, es cierto. - aseguró Saihara.
- ¿Ouma-San no estaba mintiendo? ¡Estoy asombrada, maravillada, fascinada! - exclamó Chabashira.
- ¿Ves? Si ya te dije que no era mentira. - sonrió el nombrado sonriente.
- Igual vine porque Ishigami-San te estaba acompañando, se me hace difícil pensar que te haya dejado decir una mentira que ya conozca. - respondió Chabashira mirándolo acusatoria.
- Aww, que mala... - murmuró Ouma desanimado.
- No estaría mal empezar ya a hablar del tema, pero Momota-Kun todavía no ha venido... - dijo Shirogane.
- ¡Tampoco Maki! - aclaró Angie.
- Ah, faltaba hablar con Harukawa-San. - recordé al escuchar su nombre.
- A ella no la invité. - respondió Ouma.
- ¿Qué no la has invitado? - habló Saihara.
- Olvídate de esa asesina... - dijo, a lo que lo miré mal por aprovecharse de haberme olvidado de ese detalle. - Iruma-Chan, Kiboy, ¿Han visto la sala de ordenadores de la cuarta planta?
