Profesor, ¿jugamos? [BL] [HOMOERÓTICA]

Primer obstaculo

Capítulo 1

Estoy iniciando mi segunda carrera.
Y mi profesor es demasiado atractivo a decir verdad, pero me han dicho que es heterosexual y que ningún hombre ha podido acostarse con el...pero eso se decidirá muy pronto.
Él es joven, soltero y guapo. Prácticamente acababa de encontrarme un premio, o bueno, ¿quién no quisiera estar con alguien atractivo?
Es alto, de ojos café oscuro, piel clara y de cabello color negro y lacio. Sin mencionar su lindo trasero, claro...
Su nombre es Mitchell Clark.
Y mi obstáculo es que no es gay hasta donde yo sé.

Eso es lo único que me detiene a insinuarme tan pronto, por que, para eso tengo que hacer que me desee.

Yo soy Nate Morgan y nunca fracaso.

* * *

Llegué al salón de clases y aún no llegaba nadie, ni el profesor.
Tomé mi asiento al lado de la ventana y me dispuse a esperar. No podía hacer nada más.
Cuando menos me di cuenta alguien había entrado al salón...al principio tenía la esperanza de que fuera el profesor Clark, pero sólo era uno de los estudiantes.

—Buenos días —. Dijo tomando su lugar al lado del mio.
—Hola —sonreí y él me regresó la sonrisa.
—Sé que casi no hablamos, pero...me gustaría salir contigo alguna vez, como amigos, sino te molesta, claro —. Confesó.

—Tu nombre es James, ¿verdad? —sonreí de nuevo curioso por la respuesta.

Ya tenía una distracción para el fin de semana.

—Sí, James.

—También me gustaría ser tu amigo —me levanté de mi asiento y me acerqué un poco nada más para confirmar ciertas cosas. Por ejemplo, al levantarme me di cuenta de que él era de mi estatura, al acercarme pude notar que tenía la barbilla ligeramente partida y que tenía unos ojos realmente lindos.

—¿Qué te parece si vas a mi apartamento este fin de semana? —pregunté con un tono de voz insinuante.

—Genial, sólo dame tu dirección y estaré ahí cuando sea necesario —dijo con una sonrisa ladeada.

Al parecer este tipo esta cooperando, me agrada.

—Buenos días —. Interrumpió una voz autoritaria.

Nos sorprendimos por la inesperada llegada del profesor y obviamente separamos nuestra distancia.

—Buenos días —. Saludamos James y yo al unísono. Tomamos nuestro asiento y volteé para mirar a mi nuevo amigo, quien no tardó en darse cuenta y me guiñó un ojo.

Al paso del tiempo todos llegaron y comenzó la clase.
Mi atención hacia el profesor era absoluta en cada momento y la campana de hora del descanso interrumpió.

—Bien chicos, pueden salir al descanso. Si alguien tiene alguna duda puede quedarse —. Informó el profesor sin desviar la mirada de las libretas que estaba calificando.

Todos salieron menos yo. Me quedé sentado mirándolo con seriedad, aunque por dentro pude haber imaginado muchas cosas.

—Señor Morgan, ¿no comprendió algo del tema? —preguntó Mitchell sacándome de mis pensamientos.
—Así es —. Sonreí un poco nervioso.

Claro que entendí todo, no soy idiota, pero bueno, por lo menos tenía un poco de tiempo a solas con él.

—Acérquese por favor.
—Claro —.Me levanté, me aproximé hasta Mitchell y me recargué en el escritorio.
—¿Qué es lo que no comprendió?
—El problema número cuatro.
—Claro...aquí tiene que —...comenzó a explicar, pero, para eso se acercó a mi rostro inconscientemente y yo al de él.
Cuando terminó de explicar alzó la mirada sorprendiéndose por el poco espacio que quedaba entre nosotros.

—Ah...disculpe señor Morgan —. Desvió la mirada lentamente hacia la ventana retomando su postura.

—Esta bien —mi rostro estaba un poco sonrojado.— No se preocupe.

—¿Entendió el problema?—me miró de nuevo.

—Sí...muchas gracias profesor —. Sonreí.

—No es nada.

Antes de salir del aula volteé y vi que a Mitchell se le había caído un lapicero. No había notado que tiene un trasero bien formado...¿a quién engaño? ya había visto su retaguardia en varias ocaciones, solo quise volver a ver y esta era una oportunidad que no se debía desperdiciar.
Al notar esa escena me mordí el labio inferior inconscientemente, salí del lugar y me fui a sentar a la cafetería.
Después compré un té helado.

—Hola —dijo James —¿puedo sentarme?

—Claro —. Sonreí.

—Oye quería comentarte que tuve un imprevisto y...no estaré libre este fin de semana —dijo con un tono un poco decaído.
—Oh...no es problema, supongo que podemos vernos otro día, ¿no crees?
—Sí —...pensó un poco —pero...si puedes y quieres, ¿Nos podríamos reunir hoy?—preguntó desviando la mirada mientras llevaba su mano izquierda a su nuca.
—Claro, por mí no hay problema.

Después de clases bajamos al estacionamiento de la universidad y antes de que cada quien entre en su auto quedamos de acuerdo para ir a mi casa.

En el transcurso pensé en lo que haríamos y no sería nada aburrido...al parecer la pequeña distracción que tendría mi fin de semana se adelantará un poco.