Orión

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Capítulo 33

El profesor estaba distraído hoy, más de lo que ha estado en otras ocasiones.
Es preocupante, de la nada se queda viendo la ventana, se desvía del tema y suspira constantemente.

—¿Qué le sucede a Mitchell? —pregunté a James con esperanza de que él supiera.
—No idea de que mosco le picó hoy.

Llegó la hora del receso, pero la verdad moría de ganas de ir al baño entonces me dirigí hacia los sanitarios, al llegar me di cuenta que afuera de estos se encontraba una mujer que jamás había visto en la universidad, le calculo unos 25 años, está muy guapa a mi parecer, pero no me enfoco tanto por mis necesidades biológicas que me pedían que entrara de una vez al baño.
Una vez dentro me encontré con un chico, no parecía tener más de 15 años o menos...
Estaba bastante lindo, muy similar a la señorita que estaba fuera del baño esperando, supuse que debía ser su hermana o madre.
Y extrañamente en ese momento se me hizo muy familiar también, pero no tenía idea porqué, nunca lo había visto.

—¿Necesita algo? —su voz me sacó de mis pensamientos.

Tiene un acento raro, un poco formal para alguien de su edad.
Es tan tierno.

—N-No, solo voy a... no importa.
Me puso nervioso un mocoso de 13 o 15 años.
—De acuerdo —con toda la seriedad del mundo se terminó de lavar las manos y se fue.
Es raro que un niño de su edad se comporte así, ni siquiera sonrió ni nada.
Una vez que terminé mis necesidades, recordé que había dejado mi cartera en el salón de clases así que tuve que regresar.
Ahí estaba Clark mirando a la ventana. Al parecer seguía distraído.
—Toc toc, Nate llamando a Mitchell —bromeé para que se diera cuenta que estaba ahí.
—H-Hola Nate, no esperaba que regresaras tan pronto, ¿ya terminó el descanso?
—Solo olvidé mi cartera.
Él sólo asintió entendiendo así el motivo de que yo volviera al aula.
—Mitchell, ¿estás bien?
—¿Por qué lo dices?
—Desde que empezó el día te he notado distraído, nos preocupas.
—Lo siento, es solo que recordé algo de hace algunos años atrás, pero todo en orden —sonrió de una forma muy linda, pero yo sabía que él no me decía del todo la verdad.

—Disculpen la interrupción, profesor pero alguien lo busca —una empleada de recepción avisó a Clark esa noticia.
—¿Me buscan? ¿Quién? —El susodicho se levantó de su silla con mucha intriga.
—Una señorita llamada... —la recepcionista hizo una pausa intentando recordar el nombre —Valerie, sí Valerie Beckett.
—No puede ser...
Mitchell salió corriendo del salón sin importarle nada más.
En esos momentos me cuestioné si realmente era amigo de Mitchell... ¿quién es Valerie? Es verdad que no sé nada acerca de él.
Me sentí fatal.

Mitchell

Mis oídos no podían creer lo que escucharon, era imposible...
Habían pasado 12 desde la última vez que nos vimos.
Me atrevo a decir que Valerie fue mi primer amor...

Corrí hasta la recepción y en efecto, ahí estaba.
Que hermosa —pensé —no ha cambiado casi nada.
Mi ritmo cardíaco se aceleraba demasiado y no podía contener las emociones.
No pude evitarlo, la abracé...
La tomé entre mis brazos y sin creerlo sentí un gran alivio.
Cuando me separé de ella la miré a los ojos.
—No puedo creer que seas tú... —dije sin pensar.
—Hola Mit, veo que creciste más —no sé porqué, pero adoré escuchar su voz de nuevo —Ha pasado tiempo.
—12 años, Val. Cancelaré mi clase de hoy, pero por favor sal conmigo ahora... quiero que me platiques que ha pasado desde que me fui de Inglaterra.
—De hecho... si necesitamos tomarnos algo, hay mucho que debo decirte...
No podía contener la emoción.

—Margaret, ¿podrías avisarle a mi clase que por hoy se suspenden? —pregunté a la encargada de recepción.
—Claro, profesor Clark.
—Muchas gracias.
—Mit, antes de irnos quisiera presentarte a mi hijo.

Profesor, ¿jugamos? [BL] [HOMOERÓTICA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora