IMPERIO 32.

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A la mañana siguiente papá me despierta para decirme que vamos a ir con mi tía Régine para confirmar si estoy embarazada o no y quisiera tanto no estarlo. Quisiera tanto que me dijeran que ese test de embarazo fallo por la razón que sea.

Comienzo a buscar mi celular, pero no lo encuentro por ningún lugar, mi iPad, laptop y mi celular anterior — quebrado — que tenía en un cajón no están. Literalmente volteo al revés mi habitación buscando algo, pero no hay nada, me quitaron cualquier forma en que pueda comunicarme.

Durante el camino al hospital me quedo callada, sé que no hay mucho con lo que tenga que defenderme y lo que hay, no estoy dispuesta a usarlo. Tengo miedo. Mi tía nos recibe con una amplia sonrisa, pero se desvanece cuando ve las expresiones de mis papás y cuando me ve a mí me pregunta si me siento mal pero no soy capaz de hablar, solo quiero irme de aquí.

— Aitana está embarazada. — Le suelta papá y puedo ver la sorpresa en su rostro. Me mira fijamente, pero bajo la mirada. No soy capaz de sostener la mirada de sorpresa de mi tía pues sé que será lo mismo en cada miembro de mi familia, sé que esto es solo el inicio.

Luego me dice que debe hacerme una ecografía y mientras me pongo la bata vuelvo a sollozar en silencio. Introduce una sonda en mi vagina con cuidado y cierro los ojos cuando todos los recuerdos vienen a mi mente, sobre todo me niego a seguir viendo la decepción de papá.

— Estas embarazada. Tienes nueve semanas. — Las lágrimas caen por mis mejillas sin poder contenerlas. Algo en mi interior aun quería que no estuviera embarazada, pero algo en mí también sabía que no era posible.

Papá pide todos los exámenes posibles de ETS y es algo en lo que yo jamás había pensado. Es obvio que Oliver tenía más parejas sexuales. Estoy segura que se acostaba con otras mientras lo hacía conmigo, sería estúpido pensar que no sería así. Quizá anteriormente hubiera justificado cualquier cosa que él hiciera, pero en estos momentos no, simplemente no hay nada que justificar. Me violo, me destruyo la vida por completo.

Me hacen exámenes ginecológicos, me toman muestras de sangre y muchas más cosas con las cuales no me siento del todo cómoda pero no digo ni una sola palabra. Mi tía me hace preguntas aún más incómodas respecto a muchas cosas de mi vida sexual y como me he sentido respecto a mi embarazo.

Para mis papás la familia es lo más importante y cuando les dice todo lo que ha pasado a mi abuelo Yakov, Ágata, a mi tío Danielle, Ángelo y a mis nanas vuelvo a sentirme tan mal. Mi abuelo jamás se había molestado conmigo y su decepción es aún mayor a la de papá. Mi corazón vuelve a romperse. Se que es un hombre con un carácter difícil, lo he visto con Edik, pero con nosotros jamás se había comportado así y mucho menos conmigo. Yo soy su niña.

Las ganas de vomitar regresan cuando tengo que seguir afirmando que amo a Oliver más que a mi vida entera. A ellos les duele, pero a mí me duele mucho más. De la Aitana que ellos conocen y aman ya no queda nada, la que afirma que ama a Oliver no existe. En estos momentos no sé quién soy.

Me obligan a ir a la estación de policía y toman fotografías de mi cadera pues aún tengo algunos moretones poco visibles del día antes que me fuera a Rusia. Siguen visibles pues cuando recién salieron en mi piel eran muy grandes, de hecho, me dolía mucho. Tomaron mi declaración y de nuevo volví a mentirles a todos. Algo en mi interior me dice que mis papás saben que les estoy mintiendo.

Por la tarde regresamos al hospital y mi tía nos dice que la prueba de VIH es negativa al igual que cualquier otro examen de ETS pues ya serían más que evidentes considerando el tiempo desde que Oliver dejó de usar condón. Tuve mucha suerte. Me obligan a salir del consultorio y me quedó afuera mirando solo mis manos mientras algunas lágrimas caen y con Taylor frente a mi para que no me vaya.

Cuando mis papás salen del consultorio están pálidos, pero no pregunto nada. Ni siquiera me miran así que quizá no tenga nada que ver conmigo, pero me preocupa que pase algo con mamá. Aun así, no me atrevo a preguntar.

Subo a mi habitación y sollozo abrazando el perro rosa que Andrei me regaló hace más de diez años. Todos de una u otra forma intentaron hacerme ver con tiempo que no estaba bien y que dejará a Oliver, los ignore a todos y soy yo quién paga las mayores consecuencias.

Un par de horas después mis hermanos llegan de Singapur y yo vuelvo a sollozar abrazando a Andrei como si mi vida dependiera de ello. Justo ahora más que nunca antes necesito aferrarme a algo o voy a terminar de hundirme.

Mis papás no me miran casi en toda la cena, mi abuelo Yakov sigue muy molesto y le he pedido perdón mil veces con la mirada, pero siempre la desvía. Prácticamente toda mi familia está aquí y sé que en un rato todos sabrán que estoy embarazada.

Pero la sorpresa me la llevó yo cuando mamá se pone de pie y nos dice a todos que ella también está embarazada y no solo eso, son dos bebés. Primero la confusión en todos, luego la sorpresa pues después de mini Aarón dijeron que ya no querían más hijos y finalmente una enorme felicidad por parte de todos al saber que abra dos bebés más en la familia. La emoción de Andrei fue lo mejor, no es secreto para nadie lo mucho que él deseaba tener una hermanita.

— Pero eso no es todo. — Papá me mira dándome la oportunidad de que sea yo misma la que hable, pero solo bajo la mirada. No voy a poder resistir una mirada de decepción más por parte de mi familia. — Aitana también está embarazada. — Me muerdo el labio inferior para ahogar un sollozo.

— Régine ya lo confirmo. — Mamá solloza y papá la abraza.

Comienzan las miradas de decepción y yo no puedo ni siquiera mirar a Andrei sin que el labio inferior me tiemble. La decepción es sustituida por ira cuando mis papás cuentan las muchas mentiras y las pocas verdades que les dije.

Nuevamente el asco hacía mí misma cuando tengo que defender con un amor que no existe al hombre que más daño me ha hecho, al hombre que me destruyó. Y luego... una bofetada de Andrei... que, si bien el dolor no fue físico, fue en el corazón.

Yo vuelvo a sollozar cuando papá me reitera que yo soy su hija. Cuando todos comienzan a decirme que no estoy y jamás voy a estar sola me derrumbó en los brazos de papá. Si bien todos dicen que no estoy sola, ¿Por qué me siento así? Me siento vacía.

Subo a mi habitación en donde vuelvo a sollozar en silencio, aunque realmente nunca he dejado de sollozar. Un rato después la puerta se abre y no me molesto en girarme para ver quién es. No tengo fuerzas para pedirle que se vaya. Mi cama se hunde por el peso y su aroma inconfundible llega a mi nariz, sus brazos me rodean y dejo de sollozar en silencio cuando me da un beso en la cabeza.

— Siempre voy a estar para ti monstruo. — Adriano me abraza con más fuerza y me giro para sollozar en su pecho. De verdad necesitaba esto, pero no era capaz de pedirle a papá que lo llamara.

— ¿Qué haces aquí? — Logro hablar.

— Tu papá me llamó y ya lo sé todo monstruo. — Vuelvo a sollozar. — ¿Por qué no me dijiste la verdad? — Me obliga a mirarlo y lo que veo en su mirada es peor que la decepción... es culpa.

— Vergüenza. — Niega dándome un beso en la frente. — ¿Por qué papá te llamó?

— Le preocupas Aitana, a todos nos preocupas y sé que estás mintiendo, estás ocultando algo muy importante y obvio no me refiero al hecho de que estés embarazada.

— Perdóname. — Solo me abraza dejándome sollozar hasta que me quedó dormida. Quiero que todo termine.

♡ISA NOTES.♡

¡Hola! Un capítulo más hoy.
Como pudieron darse cuenta desde el martes pasado había actualizado un capítulo diario, en el caso de ayer y hoy, fueron dos. Esto por qué tenía capítulos editados ya listos.
Esta es mi semana final en la universidad, así que tengo exámenes y proyectos finales. Es decir, ocupada.
Así que este capítulo será el último de estos días. Martes y viernes no abra actualizaciones. Pero serán hasta el domingo.
Después volveremos al calendario de actualizaciones que indique en un inicio: Martes, viernes y domingo.

Muchas gracias y regreso el domingo con una nueva actualización.♡

AITANA. (Imperio #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora