AITANA. (Imperio #2)

IMPERIO 41.

Mi pequeño Marcus tuvo que quedarse en el hospital durante dos semanas. A mí me dieron el alta cuatro días después y yo no quería dejarlo ahí. Entre verme obligada a dejar a mi bebito en el hospital y no poder hacer muchas cosas por mí misma me sentía muy frustrada. Aunque el dolor de la cesárea se hizo más soportable algunos días después seguía siendo incómodo.

Estuve once días con los puntos hasta que al fin me los retiraron, pero seguía siendo algo molesto. La cicatrización me daba demasiada comezón, pero en ningún momento me podía rascar o sería peor, me sentía como cachorro con comezón.

Mientras Marcus estuvo en el hospital el juez ordenó que fuera tomada una muestra de ADN para realizar la prueba de paternidad y así lo hicieron. Unos días después se confirmó que Oliver es su padre. Debo aceptar que me daba mucho miedo que otro de los hombres que me llego a violar fuera el padre, yo estaba drogada así que me fue imposible saber si usaban condón o no.

Jamás voy a ver a mi bebé como la prueba de un delito. Para mí siempre será mi bebé y nada más. Aun así, esa prueba funcionó para declarar culpable a Oliver de los cargos que papá interpuso. Su abogado quiso alegar que las muestras de ADN fueron manipuladas pero lo que él no sabía es que el juez envío a alguien a supervisar dichas muestras.

El juicio en su contra continúa, pero esta vez por otros cargos como privación ilegal de la libertad, trata de personas con fines de prostitución y demás cargos que no quise saber.

Me explicaron que la droga que utilizaba conmigo en una correcta y pequeña dosis sus efectos solamente duraban entre media y una hora más o menos que era lo que siempre me quedaba dormida. No cualquier persona sabe utilizar la dosis para lograr esos efectos ya que se mezcla con otras cosas y el efecto duraría de cuatro a ocho horas en la dosis normal.

Oliver sabe todo sobre las dosis que son depresores del sistema nervioso pues es lo que usan al momento de secuestrar. Sobra decir que también estaba involucrado en el tráfico de drogas y es otro de sus muchos cargos, cada vez se suman más y más a su ya larga lista.

No puedo evitar pensar por qué solo se limitó a violarme y no me volvió adicta a alguna de sus porquerías o peor aún, por qué no me asesino de una sobredosis, por qué no me secuestró como lo hizo con muchas otras mujeres, no entiendo que es lo que quería de mí realmente.

Si quería destruirme la vida en su momento lo consiguió y bastante bien. Me hundió y me hizo sentir que no valía nada. Aun así, no me deje caer y a decir verdad al inició no lo hice por mí ni por mis papás, lo hice por mi bebé y jamás me voy a arrepentir pues es lo más importante para mí.

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Las gemelas nacieron el día que Marcus debía nacer, así que la casa se inunda con el llanto de tres bebés con cinco semanas de diferencia en edad.

Hoy es mi cumpleaños. Tengo dieciséis años y un precioso bebé que en unos días cumplirá dos meses. Me enamoré de él cuando papá lo puso a mi altura unos segundos solamente y cada día me enamoró más de él, aunque lloré mucho.

- Algo debes estar pagando para que este niño llore tanto. - Se burla Adriano mientras tiene en sus brazos a Marcus.

Sobra decir que desde que nació solo han sido dos o tres veces que no ha venido. No me ha dejado sola para nada y jamás voy a poder agradecerle todo esto.

Cuando por fin pude traerlo a casa Lexie tenía una fuerte gripe y estaba muy enojada por no poder venir a verlo. Aun así, me obligó a hacer videollamada con ella todos los días con su voz rasposa y la nariz roja hasta que pudo venir a verlo.