IMPERIO 37.

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Al siguiente lunes regresó a clases. Papá habló con el director y estuvo de acuerdo. Jade me dijo que era mejor que regresará a mi vida normal, esa es la manera en que al fin voy a comenzar a dejar atrás lo que pasó. Necesito volver a ser yo. Por supuesto que no será de la noche a la mañana, no voy a olvidar en cuestión de horas meses y meses de una relación traumática. Solo fueron seis semanas en VASYF, pero aún hay mucho por delante.

Estar en casa me ayudó mucho y esos días en que aún no regresaba al colegio mamá y yo comenzamos a comprar cosas para los bebés, aunque aún no sepamos si son niños o niñas. Eso me hizo sentir más entusiasmada respecto a mi bebé. Es obvio que es real, pero comprar cositas para él o ella lo hace mucho más real.

Elegí una preciosa cuna de madera gris claro que luego se puede convertir en una cama individual así cuando mi bebé sea mayor podamos utilizar la misma cuna. A mamá le gustan las cunas blancas así que ella eligió dos iguales. Le pregunte sobre las cunas que Aidan y mini Aarón utilizaron pues realmente no es como que una cuna se desgaste muy fácil, pero me dijo algo que yo no sabía, las cunas que los bebés de la familia han usado después pasan a VASYF pues ahí también hay bebés, así que alguien más la sigue usando, no es como que las desechen. Lo mismo pasa con la ropa que ya no usamos que prácticamente es nueva.

Hoy al fin voy a volver al colegio. Realmente no perdí mucho tiempo solo fue poco más de un mes al menos de clases presenciales. También hoy cumplo dieciocho semanas de embarazo.

Me pongo un vestido de manga larga suelto pues a este pequeñito le ha dado por hacerse notar aún más. No es que quiera ocultar mi embarazo, simplemente es como me siento más cómoda. También por primera vez en casi dos meses me maquillo como a diario que iba al colegio y con cada día me siento aún más yo misma.

— ¡No bajes corriendo! — Me regañan mis hermanos y me giro para verlos con la boca abierta.

— ¡No estoy corriendo! — Suelto una carcajada.

Estos últimos días han sido mis sombras. Que no salte, que no corra, que no camine, casi me dicen que no respire.

— Te lo comes todo. — Papá se ríe al escuchar a Aidan.

— ¿Lista gordita? — Ya no tiene caso seguirle diciendo que no me diga así. Solo asiento.

Papá no estuvo de acuerdo en que Adriano me llevará al colegio, pero no quería que todos me vieran llegar con papá o con seguridad y sospecharan que algo grave pasó. Nadie sabe lo que de verdad pasó, solo mis amigos. Papá pagó una fortuna para que la prensa no se enterará de nada. Para todos yo estuve en Rusia. Después de todo a nadie le sorprende que algún alumno de EF Academy alargue sus vacaciones cuando se le dé la gana.

— Vámonos a presumir tu pancita. — Suelto una carcajada.

— Eres un... — Me quedo callada y se me llenan los ojos de lágrimas.

— ¿Qué pasa? — Me llevo las manos al vientre. — ¡Habla, que me estás asustando!

— Es que se está moviendo. — Se me escapa un sollozo y pone sus manos en mi vientre para sentir.

— Ya era hora. — Sonríe y ambos sentimos como se mueve.

Es una de las mejores sensaciones de toda mi vida, he esperado esto desde que decidí tener a mi bebé y finalmente puedo sentir como se mueve. Y aun mejor, con alguien que no me ha dejado sola en ningún momento.

En el auto tengo que arreglarme un poco el maquillaje y mi corazón se acelera conforme vamos llegando al colegio. Si bien nadie aparte de mis amigos sabe lo que de verdad pasó pues es evidente que estoy embarazada. No puedo decir que subí de peso durante esos meses de vacaciones y la verdad es que no quiero mentir. No quiero ocultar a mi bebé, pero a nadie le importa quién es el papá.

AITANA. (Imperio #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora