AITANA. (Imperio #2)

IMPERIO 44.

♡Isa Notes.♡
En la mañana actualicé un capítulo, así que este es el segundo del día de hoy por si les aparecen en desorden.♡
Disfruten el capítulo & gracias por estar aquí.♡

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Pensé que había pedido algo por internet y simplemente lo había olvidado o que habían enviado algo de la universidad — lo cual sería extraño ya que todo lo envían por email —. Cuando vi que se trataba de Oliver me quedé sin palabras y sin respiración. Después de que lo declararán culpable de todos los cargos poco más de un año después de que fuese arrestado yo no quise saber nada más de él y por supuesto fue algo que todos respetaron, ya no tenía caso seguir con él en mi vida, pues solo me lastimaba.

— Papá. — Me tiembla la voz cuando lo llamo.

— ¿Qué pasa? ¿Está todo bien?

— Llegó una petición del abogado de Oliver.

Cuando Marcus se despierta tengo que hacer un esfuerzo enorme para fingir que estoy bien y que nada me preocupa. A él nunca puedo mentirle. Se queda cuarenta minutos conmigo antes de irse a jugar con las gemelas al jardín.

En cuanto mis papás llegan nos encerramos en el despacho. Yo no fui capaz de leer lo que enviaron así que papá lo hace primero y luego se lo pasa a mamá con la ira marcada en su rostro.

— La petición es para conocer a Marcus. — Me suelta sin rodeos y siento que todo comienza a darme vueltas.

— No papá. Eso jamás. No voy a permitir que Marcus lo conozca y mucho menos que entre a una maldita prisión. — Me pongo de pie molesta y preocupada.

— Mi amor, por supuesto que no vamos a permitir eso. Esta es la forma amable de pedírtelo, como tal no es una orden y por lo tanto no estamos obligados, pero en cuanto no tengan respuesta van a pedir una orden.

— Pero eso no va a pasar. Debido a sus cargos él no puede estar cerca de un menor de edad.

— Aarón. — Mamá se pone nerviosa y le regresa los papeles a papá.

— ¡Joder! — Exclama muy molesto y yo no entiendo. — No Aisley, no voy a dejar que Mauri venga a arruinar esto.

— No entiendo. — Frunce el ceño.

— Mauri es el juez más corrupto que pueda existir en la corte de Nueva York. Él autorizó la petición aun sabiendo los putos cargos por los que condenaron a Oliver. — Toma el teléfono.

— ¿Qué vas a hacer? — Mamá se pone aún más nerviosa.

— Arreglar esta mierda y si tengo que ir con el puto consejo es lo que voy a hacer. No voy a permitir que Marcus conozca a ese hijo de puta.

El despacho se convierte en órdenes que da por el teléfono a toda prisa. Sé de lo que es capaz y la clase de abogado que es o de lo contrario no sería tan respetado en este mundo.

— Princesa, vas a poder tomar el caso. — Suspiro aliviada al saber que será mamá. — Vamos a pedir una revisión a esta ridícula petición y a evitar a toda costa llegar a una orden o a un juicio. — Dejo a mis papás arreglando todo eso y yo me voy con mi bebé. Es lo único que necesito.

A una hora prudente llamó a Adriano para contarle lo que pasó y tuvo una reacción similar a la de papá — furioso — y hubiera dado todo porque me diera un abrazo.

Durante la noche ya no necesito un perro u oso de peluche para poder dormir. Ahora tengo a mi bebé que me abraza durante toda la noche.

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