Cuando tu novio y grupo de amigos planearon ir a Las Vegas, parecía algo irreal verdaderamente. Pero una vez llegando a los límites y viendo los grandes carteles adornando la ciudad y dándoles la bienvenida, se sintió un tanto real.
Estabas emocionaba viendo a tus alrededores, desde la gran torre Eiffel que captaba gran parte de su atención, como las pintorescas calles donde las personas deambulaban con total libertad disfrutando del trayecto.
Sabías que una vez que la noche cayera, todo estaría repletamente iluminado, dándole el toque esencial de Las Vegas. Esperabas con ansías que el sol se ocultara para poder presenciarlo.
Cuando tu novio se removió a tu lado y te dio un suave golpe con su cadera, sonrió cuando volteaste a verlo. —Podríamos dar una vuelta ya que nos instalemos.
Asentiste con emoción y besaste su mejilla. —Eso me gustaría mucho.
Se quedarían en una cabaña alquilada, y mientras su amigo manejaba hacia allá, seguiste disfrutando del trayecto pensando en que lugares podrían visitar más tarde. Sabías que con la mera presencia por las calles y con los edificios iluminados ya se sentiría surreal.
Cuando llegaron y bajaron sus cosas, corriste a la habitación que habían asignado antes de llegar y aventarte a la cama. Los viajes en automóvil no eran tu fuerte, por lo que el poder tirarte a esa cama y reposar de esa manera se sentía como el cielo.
Tu novio entró con sus maletas y las depositó a un costado de la puerta para luego tirarse a tu costado, haciendo que te recostaras sobre su pecho y rodeándote con su brazo, haciendo figuras abstractas en tu espalda.
—¿Sabes que hace único a Las Vegas?
—¿Qué?—Te inclinaste para poder verlo.
—Las capillas, como la de ¿Qué pasó ayer?
—¿Estás insinuando donde todas las personas ebrias van a casarse?
Asintió con orgullo y reíste, golpeando suavemente su pecho. —Nosotros podríamos formar parte de esas personas.
Lo miraste con los ojos entrecerrados. —¿Insinúas emborracharnos hasta que perdamos la consciencia y luego ir a casarnos para luego hacernos un tatuaje de parejas y caer desmayados en cualquier parte de la ciudad?
—Podemos saltarnos la parte de emborracharnos e ir directamente a la parte de casarnos.—Su sonrisa era tan pura y divertida que por un momento desfalleciste ahí, ¿Hablaba en serio?
—¿De qué hablas? No logro entenderte.
Se inclinó sobre su hombro, quedando frente a ti. —Yo... Lo estuve pensando, por mucho tiempo, y tenemos ya mucho tiempo de relación, aunque no se trata de cuanto tengamos porque siento que tenemos lo suficiente como para hacer cosas tan locas y extravagantes y justificarnos que fue todo por amor.—Acarició tu mejilla y se mordió el labio con nerviosismo. —Te amo mucho como para saber que no sería una mala decisión, y de todos modos no es tan legitimo como una verdadera boda, pero lo haríamos tan verdadero como tú y yo quisiéramos. No hay un solo día en que despierte pensando en ti y no hay una sola noche donde antes de caer dormido no te recuerde; Eres la primera y última persona a la que pienso, a la que veo en mi futuro y siento que hacer esto no sería algo que nos llegara a perjudicar, de lo contrario, afirmando lo que sentimos.
No sabías que pensar ante ello, pero lo que sabías era que le amabas tanto como anhelar una vida junto a él. ¿Sería apresurado? Tenían años de relación, no eran unos adolescentes experimentando la vida, eran unos adultos en la vida profesional que tuvieron una escapada antes de entrar en terreno más adulto, antes de que su vida se viera implicada entre los labores y el profesionalismo a nivel máximo.

ESTÁS LEYENDO
✎ Imaginas (I) ✓
RomanceEscritos de momentos que se valen imaginar. Fecha de inicio: 22 de mayo del 2021. Fecha de terminación: 05 de septiembre del 2021.