Eras mala para captar las indirectas y esa no era ninguna novedad.
Pero también podías intuir cuando algo malo sucedía, por ejemplo, que tu amigo te estaba evitando y que ni siquiera te había invitado a ver su juego el próximo viernes por la tarde. Pero no pensabas seguir soportando su indiferencia, por lo que esa misma tarde saliste temprano de trabajar después de conseguir alguien que te cubriera y luego agarraste tu auto para ir al estadio donde se llevaría a cabo.
Te habías perdido los primeros minutos del partido, pero aún no habían hecho puntos, así que te relajaste en tu asiento y sacaste tu celular para ver la hora y checar las notificaciones que te habían llegado durante tu hora de trabajo.
El partido fluyó con rapidez, dándole todos los puntos a favor al equipo que apoyabas. Celebraste y gritaste cuando anotaron los últimos puntos que marcaron la diferencia entre ambos equipos. Bajaste las gradas y saliste del recinto después de ver su triunfo para encontrarlo en el estacionamiento cuando saliera de los vestidores.
Hacia frío, por lo que te colocaste tu chamarra y pusiste tus manos en los bolsillos, no esperaste mucho cuando lo viste salir con los demás jugadores mientras reían y hablaban de su victoria.
—¡Hola campeón!—Saludaste cuando lo viste acercándote hacia ti.
—Hey, pensé que no vendrías.—Sonrió y pasó una mano por su cabello húmedo.
—No podría perderme un partido tuyo, aunque me hubiera gustado que hubieras sido tú el que me avisara.—Recalcaste ese dato y frunciste un poco el ceño en su dirección.
—Oh, simplemente se me pasó por alto.—Antes de que pudieras responder, se empezó alejar de ti.—¿Hablamos luego? Tengo que subir al camión.
—Claro, adiós...—Lo despediste con la mano y la bajaste rápidamente cuando te dio la espalda y corrió lejos de ahí.
Te quedaste con una mala sensación por su pequeño encuentro, pero decidiste tratarlo con él mañana. Subiste a tu auto y emprendiste camino a tu departamento, donde dejaste las llaves caer en el cenicero y colgaste tu chamarra en el perchero. Cambiaste tus molestos zapatos por unas sandalias y fuiste a la cocina a prepararte algo para cenar mientras verías algún programa de televisión para finalizar tu día.
Eran pasadas de las once de la noche cuando decidiste irte a dormir. Apagaste la televisión y recogiste la lata de soda y el plato que habías ocupado para lavarlo cuando alguien tocó a tu puerta.
—¿Quién?—Preguntaste sorprendida.
—Soy yo, ¿Puedes abrirme?—Cuando escuchaste la voz de tu amigo, te sorprendió y abriste rápidamente la puerta.—¿Te desperté?
—No, apenas iba a ir a dormir, ¿Gustas pasar?—Cuando entró y se encaminó a tu pequeña sala, cruzaste tus brazos sobre tu pecho.—¿Sucede algo?
—Quería hablar contigo sobre algo importante.
—Claro, dime que pasa.
Cuando lo viste titubear y jugar con sus manos, sabía que algo malo se avecinaba, pero sin duda alguna no esperabas las palabras que salieron de sus labios. —Me gustas.
—¿Qué?
—Me gustas, desde hace tiempo ¿Sabes? Y no sabía si decirte. Al principio sentía miedo porque podría perjudicar nuestra amistad y yo no quiero eso, porque te tengo mucho cariño pero ese cariño se formó en amor, ¿Me estás siguiendo? Realmente todo lo que hago es por ti, me esfuerzo en mis entrenamientos y en dar todo en la cancha, trato de sobresalir para que te fijes en mi pero cuando lo hago veo que alguien llamó tu atención o alguien del pasado volvió a surgir, es un poco frustrante pero tengo la culpa por no decir nada antes.—Se mordió el labio y volteó hacia la televisión sin punto fijo.—Siempre te invité a los partidos porque me pareció algo tan importante para mi que quería compartirlo contigo, porque eres a la única que le confío mis victorias y derrotas, quien ve mis altas y bajas, mis inseguridades y seguridades. Porque no veo otra persona en mi vida que no seas tú, y quiero despertar y dormir contigo, quiero anhelar todas esas cosas de parejas pero a tu lado.
Cuando terminó de hablar y vio en tu dirección, solamente te quedaste plasmada en tu lugar sin saber que responder. Eran muchas cosas por procesar y te las había aventado a la cara sin previo aviso.
—Yo...—Iniciaste para hablar pero negó con la cabeza.
—¿Sabes? Mejor olvida lo que dije, olvida que vine aquí en primer lugar, estoy haciendo ya bastante el ridículo y no quiero seguir con esto, buenas noches.—Se alejó de ti y salió de tu departamento.
¿Qué era lo que acababa de pasar? Pasaste tus manos por tu rostro y contaste hasta diez para tratar de procesar todo.
¿Desde cuándo sentía todo eso por ti? Nunca habías imaginado estar bajo esas circunstancia, y ahora viendo donde antes se encontraba parado exhalaste y pudiste darte una nueva perspectiva.
¿Qué sentías tú hacia él? Ciertamente no lo veías como un amigo, porque desde hace tiempo tu vista hacia él había cambiado al igual que tus sentimientos. Era una clase de atracción que se convirtió en afecto y aprecio, pero te habías negado a aceptarlos y los habías guardado bajo llave.
Pero ahora todo había cambiado.
Saliste de tu departamento con prisa y corriste escaleras hacia abajo, tratando de alcanzarlo. Te asomaste por la calzada y cuando te habías dado por vencida, viste como se encontraba al otro lado de la calle a punto de tomar un taxi.
—¡Espera ahí!—Gritaste y cuando todos voltearon a verte no te importó porque habías conseguido que él volteara.
Miraste antes de cruzar la calle y caminaste hasta él, con la respiración agitada por tu pequeña carrera para llegar a donde se encontraba. Te paraste delante suyo y golpeaste su pecho.
—Tú, gran idiota. ¿Vienes a decir todas esas cosas y te vas como si nada? Tú pudiste pensar las cosas y a mi no me dejas ni un minuto procesar la situación, eres demasiado injusto. Merezco hablar te guste o no y te seré lo más sincera posible.
—No tienes que...—Lo callaste, poniendo tu mano sobre su boca.
—Cállate y escúchame bien. Fuiste injusto al no dejarme pensar todo lo que dijiste, y ahora vengo a seguirte para decirte todo.—Tomaste una respiración y cerraste los ojos.—Me gustas, y mucho. Y no lo digo porque lo sienta ahora o hace un rato, lo digo porque vivo con estos sentimientos desde hace tiempo pero no sabía si sería buena idea decírtelos por el mismo temor. Sabes que eres de las pocas personas que tengo en mi vida, y no quería perderte por haber desarrollado esta clase de emociones hacia ti, y aunque a veces quiera golpearte y maldecirte hasta por los codos, me haces anhelar pasar tiempo contigo pero no solo el tipo de pasatiempo de amigos, sino más que eso... Eres mi complemento, yo no necesito alguien igual a mi, necesito alguien que sea lo contrario de mi para disfrutar de la vida, y tú lo eres, porque cada momento que paso contigo lo disfruto.
Sonreíste y tomaste su mano, guiándola directamente sobre tu corazón. Tu respiración se encontraba agitada al igual que sentías que tu corazón retumbaba con fuerza contra tu pecho, la adrenalina corría por todo tu cuerpo y como si no fuera suficiente el acercamiento, te alzaste sobre la punta de tus pies y estampaste tus labios contra los suyos, formando una conexión entre ustedes.
Sus labios se acoplaron contra los tuyos, y una vez que te correspondió el beso, dejaste ir su mano y entrelazaste tus brazos alrededor de su cuello para sostenerte de él, mientras que sus brazos se enredaron en tu cintura y te acercaron a su cuerpo.
Sonreíste contra sus labios cuando se separaron por falta de aire y escondiste tu rostro en el espacio de su cuello. —¿Podríamos, por favor, ir adentro? Muero de frío aquí.
Se quitó de su sudadera y te apartó lo suficiente para colocarla sobre tu cabeza, pasar las mangas por tus brazos y hacerla caer a mitad de tus muslos.
—Sí, sin duda me gusta mi ropa en ti. Vayamos adentro para ver que otras cosas te quedan bien.
Reíste y, tomados de la mano, cruzaron la calle para subir a tu departamento.
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Se viene, se siente el final de los imaginas ;) . Quería avisarles que a partir de este imagina y los restantes pondré dedicatorias, los haré con lo mejor de mi y quiero dedicárselos a las personas que estuvieron leyendo cada uno de ellos, se los agradezco de corazón <3
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✎ Imaginas (I) ✓
RomanceEscritos de momentos que se valen imaginar. Fecha de inicio: 22 de mayo del 2021. Fecha de terminación: 05 de septiembre del 2021.