(N/A al final de escrito)
Era el día de tu boda y ciertamente no podías estar más que emocionada por ello. Te encontrabas casada con el hombre de tu vida, jurándole amor eterno y consagrándolo frente a sus seres queridos.
Para la recepción de la fiesta, estabas más que feliz y chillando de alegría, todo a tu alrededor se sentía como de un sueño, y mientras estabas entre los brazos de tu esposo, te refugiaste en su calor y te empapaste en su aroma mientras aplanabas tus manos sobre su pecho y disfrutabas del momento.
Pero no solo se trataba de que era tu día más especial y feliz sobre los demás, sino a quien habías invitado.
Y mientras te encontrabas tan absorta de tus invitados y siendo feliz en tu propia burbuja, el joven sentado en la mesa principal mientras bebía de la copa el champagne con un rostro que reflejaba un tono alegre pero por dentro amargura y tristeza.
¿Por qué estaba de ese modo? Él había estado bien con terminar su relación, con que siguieras con tu vida aunque tú querías permanecer a su lado, había estado bien cuando te vio por primera vez con tu mano entrelazada con la de él y con una sonrisa lo presentaste como tu novio.
Había estado bien con todo aquello hasta que llegó a sus manos la invitación de tu boda, una la cual el novio no era él y solo era un invitado más a la lista.
Al principio no sabía si ir, ¿Quién iría, en su sano juicio, a la boda de la persona que aún amaba y verle casarse con otra persona que no fueras tu? Y aún así decidió conseguir el mejor traje posible y sus mejores zapatos, arregló su cabello y se colocó su mejor loción para salir de su departamento e ir a mostrar a tu boda una gran sonrisa y fingir estar bien con ello.
Y mientras observaba como te aferrabas a los brazos de otro tipo, bailando la canción que alguna vez prometieron bailar cuando estuvieran unidos de esa forma, solo hizo que se sintiera más incómodo con todo y pidiera otra copa llena pero con alcohol fuerte, necesitaba distraerse de sus pensamientos.
Cuando los discursos de los novios y de los familiares pasaron, la pista se abrió para todo aquel que quisiera bailar libremente y ambientarse. Para ese entonces él tenía ya unas copas de alcohol encima y aunque aún era consciente de lo que hacia, cuando te vio caminar hacia él con una sonrisa ensanchada de felicidad, pensó que podía estar alucinando.
—Ven, me gustaría bailar contigo. Ya lo hice con todos, a excepción de ti.—Tomaste de su mano y lo jalaste a la pista, donde se colocaron en medio y juntaste tus manos con las suyas.
—No sé si sea correcto.—Murmuró en voz baja.
—Oh, ¿Por qué no? No es como si hiciéramos algo ilegal.
—Porque... ¿Acaso a él no le molesta que bailes conmigo?
Cuando comprendiste lo que quería decir, negaste divertida. —Claro que no, tonto. él está bien con ello, tu relájate y disfruta de la fiesta.
Si tan solo las cosas fueran diferentes...
La canción duró menos de lo esperado, y para el final de la tonada tu esposo tocó tu hombro y te habló sobre conocer a unos parientes cercanos a él. Te disculpaste por tu ausencia y te alejaste tomada de su mano, viendo sobre tu hombro su rostro confundido y yendo a la mesa nuevamente por una copa.
Mordiste tu labio y no prestabas atención realmente a lo que decían sus familiares, puesto que tu mente recién procesaba lo que habías hecho.
Y mientras un par de ojos te veían con demasiada intensidad al otro extremo del salón, dejó la copa sobre la mesa y se desabotonó los extremos de la camisa de vestir que llevaba puesta, sintiéndose sofocado por un momento.
La fiesta siguió transcurriendo con naturalidad, y para cuando los novios se fueron para abordar su viaje y empezar su luna de miel, decidió que ya había soportado demasiado y se dirigió a la calzada a pedir un taxi, sintiéndose levemente mareado.
A lo mejor, muy dentro de ti misma, sabías que debiste de casarte con él y no con él, ¿Habría alguna diferencia si las cosas hubieran sido distintas?
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Lo último lo dejaré inconcluso para que ustedes piensen lo que quieran, no hay respuesta incorrecta. Y ya que estamos aquí, la nota es que una vez que termine de publicar los imaginas, estaré modificándolos porque ya vi algunos errores que quisiera corregir a la brevedad, y como ven, hay varios imaginas de "relleno", los eliminaré y les traeré algunos que tengo en mente y que no son los suficientes como para iniciar el segundo libro de imaginas, ya pronto verán cuales serán los nuevos y cuales los eliminados ;) .
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✎ Imaginas (I) ✓
Roman d'amourEscritos de momentos que se valen imaginar. Fecha de inicio: 22 de mayo del 2021. Fecha de terminación: 05 de septiembre del 2021.