Las calles de la Zona 48 eran muy extensas, comparadas con las de las Medias, y eso se debe a la falta de variedad de la arquitectura que había, por lo que las cuadras eran muy grandes. No había muchos atractivos los cuales visitar, si acaso cines, parques y una que otra cancha de futbol o basquetbol. Lo que si había eran huertos, en donde se cultivaba varios tipos de frutas y verduras. Sin embargo, ya sabía el destino de toda esa materia prima: terminaba en poder de los grandes empresarios de la Zona Central para convertirla en productos alimenticios. Tampoco había fábricas, pero lo que si abundaba eran los edificios de departamentos, los cuales eran muy pequeños y en donde apenas podría caber una familia de 4.
Faltaba muy poco para las 10:00 pm y seguíamos recorriendo varias calles de la zona. Por ratos quería hacer plática con Cole, el misterioso chico de las notas, pero estábamos tan apurados y el solamente me respondía que no era momento para eso, que las respuestas me las daría en su casa. Decidí hacerle caso y continué siguiéndolo. Veía constantemente mi reloj de muñeca temiendo que se llegara la hora límite y nosotros siguiéramos en la calle.
Luego de un par de minutos, Cole dio vuelta hacia la izquierda y cuando yo lo hice, vi que habíamos llegado a una larga calle que terminaba en lo que parecía ser el Muro Fronterizo de Ciudad Celeste. Este, comparado con los que dividen las zonas, era más grande y completamente indestructible. No sabía exactamente de qué materiales estaba hecho, pero tendrían que ser alterados en algún laboratorio o fábrica para que ni una bomba pudiera romperlo.
Jordan, quien tiene acceso a varias cosas por ser hijo de un mandatario, me dijo que ese muro tiene un punto débil, pero que está tan bien escondido que tomaría cientos de años averiguar dónde está... y me intriga bastante.
Sobre él se nota, casi de forma imperceptible, el campo de fuerza que cubre toda la ciudad. Sigo sin poder creer que, si todo sale bien, en un par de horas estaré del otro lado, cuando yo desde niña creí que viviría encerrada en esta urbe por toda mi vida. A pesar de que parece invisible, es imposible no distinguir las ondas electromagnéticas que cubren todo el campo de fuerza. Como había dicho anteriormente, este es quizá el invento más grandioso en la historia de la humanidad hasta la fecha.
Volviendo a la realidad, vi como Cole entraba en un edificio pintado de color café con 2 pequeñas jardineras afuera. A juzgar por la cantidad de balcones que había, no dudé que se trataba de un edificio de departamentos. Un poco apenada me acerqué a la entrada, subí una pequeña escalinata y finalmente ingresé en el edificio. Por dentro estaba más iluminado y lo primero que distinguí fue la recepción, en donde detrás de un escritorio estaba un hombre barbado echándose una siesta, y atrás de él estaba colgado un marco de madera donde me imagino iban las llaves de los inquilinos si salían. Al fondo a la derecha se veía una pequeña estancia con una televisión, y a la izquierda vi dos puertas que imagino eran baños. Frente a mi estaba un elevador y Cole oprimiendo un botón para abrirlo.
Me acerqué a él ya que no estábamos afuera ahora si traté de hablarle.
– Ahmmm... es un gusto conocerte por fin.
Cole me mira con sus preciosos ojos – Gracias, e igualmente es un gusto.
Asentí – ¿Qué edad tienes?
El elevador por fin se abre y tanto Cole como yo entramos. Las puertas se cierran y siento como empiezo a subir. Veo el recuadro que indica los pisos y noto que el número encendido es el 7.
– Tengo 12 años – responde Cole finalmente – Cumpliré los 13 en unas semanas.
– ¿Y cómo es que conoces a...?
– ¿A Derek? – termina por mí y me estremezco un poco al oír ese nombre – Es una larga historia. Tendrás un poco de tiempo al escucharla cuando lleguemos a mi departamento – responde y no puedo evitar sentir un poco de nervios, el parece notarlo – Tranquila, no estoy solo, vivo con mi mamá y mi hermana.
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LIBERTAD: El Inicio
Bilim KurguPRIMER LIBRO DE LA SAGA "LIBERTAD" El llamado "Gran Desastre", así como una fuerte pandemia global, acabaron con el 90% de la población de la Tierra. La poca gente sobreviviente decidió unir fuerzas y, lo que antes era África Central, se convirtió e...