Mi Guardián De La Noche [Remus Lupin]

Capítulo 18

La joroba se abrió. Asomé la cabeza para asegurarme que no había nadie, miré hacia ambos lados, ni rastro de ninguna persona. Salí con las dos grandes bolsas, entonces me invadió una duda, ¿Como iba a llevar las cosas hasta la Sala Común y pretender que Snape no me viera? Entré en pánico, además llevaba demasiada ropa abrigada para haber estado solamente en el castillo. Miré hacia todas partes con desesperación y corrí hacia una habitación vacía que había en el mismo pasillo, era la misma a la que había entrado cuando  perseguí a aquel perro.

Me quité la ropa que estaba de más y me quede solo con la camiseta de Quidditch, mis pantalones, y mis zapatos. Dejé las bolsas escondidas, junto a mi demás ropa, en una esquina de la habitación, volvería a por todo por la noche. Salí del aula y me dirigí a mi habitación, pero antes pasé por la Sala Común de Griffindor para buscar a Harry. Pregunté a los alumnos de primero y segundo que había en la sala, pero ninguno sabía dónde estaba. Me figuré que había ido a Hogsmade por algún pasadizo, después de todo, quién se resiste al poder del Mapa del Merodeador. Salí de allí, agradeciendo al niño que me había dejado entrar, y me fui a mi habitación. Antes de llegar a la Sala Común una voz me llamó.

—Señorita Bones— era su suave voz—. Creía que iba a estar todo el día en su habitación. O era solo una táctica para librarse de mi.

—Nunca me libraría de usted— dije mientras me giraba hacia él—. He salido a buscar a Harry— no me gustaba mentirle.

—¿Y lo ha encontrado?

—Nop, ha debido de salir afuera.

Me miró sonriendo, bajó la vista a la camiseta que llevaba puesta, y esa sonrisa se esfumó.

—¿Ha estado con George?— dijo elevando una ceja.

—Si, me ha dejado la camiseta, por qué... he manchado la mía— sonó más a pregunta que a respuesta. Peor antes de que el pudiera responder, alguien nos interrumpió.

—Profesor Lupin— dijo una voz aguda, que me sonaba de algo, me asomé por detrás del profesor y vi a una Hufflepuff, corriendo hacia nosotros.

Tenía el cabello rubio, y ojos color azul cielo, bastante bonitos, pero no tanto como los de Lupin, debía de ser de mi mismo curso. Cuando llegó con nosotros posó su mano en el brazo del profesor, y antes de mirarle, me dirigió una mirada de arriba a abajo a mi, y después elevó sus cejas.

—Profesor, hay algo que no entiendo de la última clase me lo podría explicar— puso ojos de corderito y voz de niña, ¿que pretendía?

—Claro Olivia —Lupin miró hacia mi—. Nos vemos después señorita Bones.

Se giró, aún con la niña colgada de su brazo y empezaron a alejarse. Olivia se giró y me miró con una sonrisa de satisfacción en su cara.
¿Por qué a ella sin la tuteaba en público?
Me había dejado sola, por ir a explicarle nosequé a esa niñata, y seguramente era mentira, seguramente se estaba haciendo la tonta solo para poder pasar más tiempo con él. Me di la vuelta, crucé la Sala Común sin mirara a nadie, y con paso decidido me fui a mi habitación, y nada más llegar me quité la camiseta y me puse una camisa blanca. Quería matar a Olivia por acercarse a él, quería matar a George por dejarme la estúpida camiseta, quería matar a Snape por castigarme sin ir a Hogsmade, quería matarme yo por no haberle dicho al verdad.

—¡Aah!— grité con desesperación, y me tiré a mi cama.

Intenté calmarme, pero la sola imagen de la rubia colgada del brazo de MI profesor, me hacía que toda la ira que había logrado calmar reviviera. Una lágrima desesperada cayó por mi mejilla, seguida por otra y por otra más. Sabía que estaba actuando mal, que Lupin y yo éramos solo un profesor y una alumna, pero no aguantaba que alguien más se le acercara y más sabiendo lo que Olivia pretendía. Empecé a sollozar, mordiéndome el labio inferior para intentar no hacer ruido, no podía decirle que no se acercara a ella. La última vez que había llorado, él había estado para calmarme, pero ahora estaba con la estúpida Olivia.