El gimnasio fue algo tranquilo, no podía hacer muchas cosas porque con la barriga que poco a poco iba creciendo cada vez más, no era capaz.
Al llegar a casa, me di una ducha y mi hermano hizo lo mismo después de mi. Al terminar de vestirme y todo, bajé al salón y le dije a Marc de ir a hablar al jardín, ya que así estaríamos tranquilos y a parte, hacía un buen día.-Y bien- le dije al sentarme en las sillas del jardín.
-Sé que lo que hice está mal, pero dentro de una semana tú coche ya estará en casa- dijo y lo miré confusa. -Tú nuevo coche- asentí.
-Es que no sé qué decirte cariño, te lo agradezco muchísimo, pero no sé cómo debo reaccionar a cosas así- confesé -Llevabas mucho tiempo queriendo comprarme uno y yo no quería porque esperaba algún día llegar a ahorrar y comprármelo yo...- me interrumpió.
-Piensa que es un regalo que te he hecho de mi parte, ya que nunca dejas que te compre nada- sonreí de lado y le di la mano.
-Muchas gracias cariño- mis ojos se llenaron de lágrimas que no dejé salir. Él hizo un gesto con la cara para restarle importancia y le di un beso.
-Sobre lo de tu hermano...¿has podido hablar con él?- preguntó y asentí no muy convencida.
-Bueno, en el coche discutimos porque escuchó toda la conversación, por suerte lo de la casa no lo escuchó pero lo demás si- Marc suspiró
-¿Cómo no ha escuchado lo de la casa si fue de lo último que hablamos?- me preguntó
-Porque se fue al baño y entonces cuando volvió, entró a la cocina- Contesté -De todas formas no sé si sea la mejor opción, porque si no se sabe controlar bebiendo es porque no es suficientemente maduro para vivir solo- añadí. -Pienso que primero debería ponerse a trabajar y entonces ya veremos tú y yo qué hacemos- Marc empezó a reír -¿De qué te ríes?- le pregunté sin entender.
-Pareces una madre preocupada por su hijo adolescente- sonreí y después rodé los ojos negando con la cabeza. -Pero creo que tienes razón, a parte nos vendrá bien que viva con nosotros cuando nazcan los bebés, ya que los podrá cuidar una noche que nosotros queramos ir a cenar- asentí con una sonrisa de tonta.
-Me gusta que pienses esas cosas- confesé -¿Esta tarde quieres acompañarme al médico para que digan el sexo de los bebés?- le pregunté y rápidamente asintió y reí. -Tengo que decírselo a mi hermano, pero no creo que después de la discusión de esta mañana quiera saber algo de mi- suspiré -Es tan cabezon...- añadí.
-Entonces ya sé que lo tuyo es de genética- abrí la boca sorprendida por lo que había dicho y le pegué flojo en el brazo para después reír juntos.
-Muchas gracias cariño- dije riendo y nos la pasamos hablando un rato más allí en el jardín y jugando también con los perritos de Marc.
Pasaban las horas y comimos, al igual que también merendamos juntos. Mi hermano se había ido a casa de su mejor amigo Mirko, así que no volvería hasta dentro de unos días por lo que me había dicho. Si algo tenemos en común mi hermano y yo, es en lo dramáticos y rencorosos que somos. Así que como mi hermano no estaba, teníamos la casa para nosotros solos.
-Cariño, vístete y ponte cualquier cosa que llegaremos tarde a la ecografía- me gritó Marc desde el salón.
-Es que no sé qué ponerme- contesté -¿Puedes ayudarme?- le pregunté y escuché cómo subía las escaleras. Así que lo esperé con varias cosas encima de la cama. -Elige- dije
-Esta camiseta, con estos pantalones y esos zapatos- dijo señalando cada prenda de ropa.
-Mmm me gusta...debería decirte más a menudo que me escojas la ropa- le dije y me dio la ropa para que me cambiase.
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Inesperado | Marc Márquez
Teen FictionUna chica, cuyo primo es mecánico de Repsol, Honda, le ofrece, un puesto de trabajo para trabajar con ellos. Mientras que el famoso Marc Márquez, disfruta de tenerla con él.