Inesperado | Marc Márquez

Capítulo 3

Desperté por el ruido de la alarma del móvil, estaba nerviosa, hoy era mi primer día de trabajo y aunque haya intentando dejar de pensar en Marc, era imposible no hacerlo.

Ella recordaba la risa de Marc, sus ojos y como la miraban a ella ayer, como se le erizó la piel al tener contacto con él y cuando casi más el corazón le sale por la boca.
Mientras que Marc recordaba su Preciosa sonrisa y lo graciosa que era ella, también como se pone roja cuando le dicen algún cumplido y cuando la miran a los ojos y sonríen.
Aunque ninguno de ellos lo supiera, ambos eran el uno para el otro.

—Hola— dijo Martina al entrar en el box.

—Bienvenida, llegaste tarde— dijo mi primo

—lo sé y perdón, había mucha caravana— intenté disculparme.

—bueno, te enseño el sistema de como funciona todo— asentí —primero que nada, a parte de formar parte del equipo, vas a estar con Marc de arriba a bajo con la Scooter— lo que me faltaba, pensé.

—¿y porque yo?— no entendía

—Martina..¿ya empezamos?— reí, mi primo siempre me dice eso

—lo siento, es que...Marc...— dejé de hablar al escuchar que alguien decía mi nombre y me giré.

—Martina— dijo y me abrazó, era la novia de Marc.

—¿hola?— mi primo me miró confundido y le hice un gesto de que luego hablábamos y se fue.

—me han dicho que vas a estar con Marc—

—eh si...,acaban de decírmelo, ni siquiera sabía que iba ha hacerlo— fui sincera

—quiero dejarte algo muy claro bonita, Marc es mío y como vea que le tocas un solo pelo, haré que te despidan y olvídate del dinero— tragué saliva y mi primo se acercó, al ver que mi cara no era buena y se iba a liar bien.

—me llevo a Martina, un gusto— dijo mi primo y me alzó hasta llevarme al box de nuevo y ponerme a trabajar.

—no sabes quién es ella, tiene mucho dinero y mucho poder Martina— me advirtieron

—pero no tiene derecho a hablarme de esa manera— ellos asintieron y nos pusimos manos a la obra.

Mientras estábamos con las motos de Dani y Marc, arreglando fallos y pequeñas cosas, ellos estaban en el camión donde supuestamente se estaban cambiando.

—Marti, ves a avisar que se espabilen— asentí y fui hacia allí, subí las escaleras y abrí la puerta.

—dice Ramón que os espabiléis— les avisé nada más entré dentro y vi a Dani ya listo, pero a Marc sin la parte del mono de arriba puesta.
Casi me da un paro cardiaco de lo bueno que está, pensé.

—Gracias— dijo Dani y salió, yo fui detrás, pero Marc me detuvo.

—quédate aquí conmigo, ya estoy casi listo y así no me aburro— me puse nerviosa y recordé lo que su novia me había dicho, no podía perder este trabajo, necesitaba el dinero.

—no...Marc...te espero fuera mejor— me giré y me fui para fuera.

Al poco tiempo, salió él ya cambiado, me sonrió y me puse roja. Su novia, Sandra, no dejaba de mirarme y vigilarme.
Me sentía intimidada y con ganas de decirle mil cosas, pero los chicos me advirtieron y fue por algo.

—Vamos Martina— dijo Marc al bajar por las escaleras del camión.

—Antes tenemos que ir a no se donde que me dijo Esteban— asintió y nos subimos en  la scooter y fuimos hacia el lugar.

—¿qué te pasa?— me preguntó Marc al bajar los dos de la moto.

—nada— me cogió la barbilla con los dedos y me alzó la mirada para encontrarme con la suya.

—dime la verdad, estás muy distraída— suspiré

Pensé en decirle la verdad, pero si lo hacía, todavía iba a ser peor. Así que le dije cualquier cosa.

—solamente que no tengo dinero para pagar el alquiler de mi apartamento y sólo pienso en eso— en parte era verdad, pero no estaba distraída por eso.

—me hubieras dicho y les decía si te pueden adelantar el pago— que tierno es joder.

—nono, Marc, enserio, no hace falta, me las apaño siempre— mentira, pero se estaba pasando, no hacía falta.

—bien, ¿porque teníamos que venir aquí?— me preguntó

—mierda, no me acuerdo, no importa, vamos que tienes que subirte a probar la moto— asintió y nos volvimos a subir a la scooter.