Capítulo 9

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Narra Marc:

Estando con Martina este poco tiempo, me he dado cuenta de que no era feliz con Sandra, todo lo contrario, solamente me utilizaba y controlaba.


—Sandra....— dije cuando atendió mi llamada.

—hola amorcito— rodé los ojos

—quería decirte algo...— venga Marc que tú puedes...

—dime bizcochito— no la soporto

—quiero volver contigo—

—si mi vida— dijo chillando de alegría —nos vemos mañana, iré a verte—


Colgué la llamada y fui a la habitación de Martina. Puede ser que esta vez con Sandra no sea igual...aunque siendo ella, me espero cualquier cosa.


—ya arreglé todo— dije entrando y viendo a Martina tumbada en la cama sin hacer nada.

—¿qué hiciste?— preguntó sentandose con las piernas cruzadas.

—lo que me dijiste, volver con ella..— la cara de Martina ,cambio al instante.

—ah...— respondió —bueno, ¿entonces volverá a colaborar con Honda o no?—

De repente escuché como sonó mi teléfono y miré el mensaje de Emilio, mi representante.


Muy bien Marc,
Cuando quieras dejarla, asegúrate que firme un contrato fijo...🙄

—justamente me acaba de escribir Emilio— Martina se puso atenta.

—¿y que dice?— preguntó

—todo vuelve a estar como antes, mañana firma contrato de nuevo— se avalanchó encima mío y me abrazó.

—bueno, mañana podremos celebrarlo en la cena— sonrió feliz

—sobre eso....— me rasqué la nuca

—sabía que esto iba a pasar...no ha sido buena idea— se levantó de la cama y se metió dentro para irse a dormir ya, parecía ¿triste? No entendía nada.

—buenas noches guapa— dije yendo a la puerta.

—guapo, tienes novia— me reí, a veces es tan, irónica, me encanta eso de ella...



Me metí yo dentro de la cama, recordando lo que había pasado entre ambos mientras cenábamos mis famosos macarrones, que por cierto, no sé cocinar muchas más cosas...
Cuando la tuve enfrente mía, quise agarrarla del cuello y estampar sus labios contra los míos, pero hubo algo que hizo que me diera miedo, miedo a que me rechazase....
Dormí pensando en eso.


A la mañana siguiente....

Narra Martina:

Me desperté por el ruido de mi famosa alarma del móvil, pegué un salto y me metí en el baño a bañarme, me vestí con el uniforme del equipo y me sequé y no me lo planché, por que me hice de nuevo un moño, ya que no tenía muchas ganas de estar con la planchita, ni nada de eso.
Me puse mi famosa colonia de Nina Ricci y me puse mis Nike air force one, blancas, para ir a desayunar.
Encontré una nota en la cocina que ponía;


"Cuando veas esto seguro aún estoy durmiendo. Quiero que sepas que lo siento, siento que no podamos ir mañana tú y yo a cenar, pero te juro que esto lo soluciono yo hoy.

Pd: no te vayas porfa, espérame hasta que esté preparado."


Sonreí inconscientemente al leer la carta, pero al recordar que estaba de nuevo con Sandra dejé de hacerlo y me la guardé en el bolsillo del baquero que llevaba puesto. Fui hasta mi habitación, ya que me había dejado la mochila y regresé a la cocina, viendo a Marc hacer dos cafés.


—¿ese para quien es, para tu novia?— Teo mientras me sentaba en la mesa de la cocina

—que graciosa...sobre eso...¿no estarás celosa no?— ya le gustaría

—para nada, me llevo tu coche— dije yendo a la entrada

—Martina, ni se te ocurra coger mi bmw— ahí empezaba la fiesta, corrí hacia donde tenía las llaves pero Marc me cogió del brazo y me puso a milímetros de tocar nuestros labios.
No me pude resistir o algo pasó y estampé mis labios contra los suyos, era un beso lento y apasionado, era como si nuestros labios estuvieran hechos a medida para el otro, encajaban a la perfección.
Nos separamos por falta de aire y ahí me di cuenta de la cagada que había provocado.
Mierda Martina. Pensé.

—¿y esto?— dijo él

—yo...no sé...dios lo siento de verdad, no era mi intención— me sentí súper mal y no sabía porque. —yo, ¿te llevo?, bueno no, mejor no, adiós— escuché la risa de Marc y yo me sentía súper avergonzada, ayer le obligo a que vuelva con su ex y hoy lo beso..?🤦🏻‍♀️



Cogí mi casco, mis llaves y salí afuera a donde tenía mi moto, me subí en ella, coloqué el casco en mi cabeza y me dirigí hacia el circuito.

Inesperado | Marc Márquez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora