Capítulo 26

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Narra Martina:


Estamos a miércoles de carreras, ansiosa por llegar de una vez al circuito y hacer lo único que se me da bien.



—ayer me llamó Sandra— escuché que le decía Marc a Jordi que iban en la parte de delante del todo del coche y yo iba atrás del todo con Àlex.

—¿y que pasó?— le dijo Jordi a Marc

—me llamó diciéndome que quería volver y que tenía ganas de verme y tocarme...— le respondió Marc y yo estaba atenta en su conversación, mientras que Àlex me hablaba pero no le prestaba nada de atención a lo que me decía.

—Martina— me dijo Àlex y le dije con el dedo que se callase un momento, asintió y seguimos escuchando su conversación

—¿y vas a volver con Sandra estando con Martina? Sabes que Marti le da mil vueltas a esa y a parte tio estás enamorado de la madre de tus futuros hijos, bueno de la única chavala de la que te has enamorado de verdad— sonreí por lo que dijo Jordi

—la llamaré y le diré que no quiero volver a saber nada más de ella, y es cierto, me hizo cambiar mucho estar con Marti después de estar con Sandra y no me arrepiento para nada de haberla dejado— más mono mi chico —aunque sí que a veces suelo echarla de menos en cuanto al sexo, era una diosa— la cara se me cambió y me apoyé en el hombro de Àlex para cerrar los ojos y tratar de hacer como si nada de eso hubiera salido por la boca de Marc.

Al llegar al circuito...

—despierta amor— me dijo Marc, lo miré seria y me bajé del coche, empecé a caminar muy rápido para sacarle trozo a Marc y no tener ganas de decirle nada.

—nos vemos Àlex, seguro acabo yendo a tu box— lo abracé y él sonrió y me dio un beso en la mejilla.



Entré al box, al lado teníamos obviamente a Lorenzo, el cual aún trato de soportar la mayoría del tiempo, ya que siempre viene a chafardear y no nos deja trabajar.
Empecé a montar lo de la pizarra y a ayudar a los técnicos a hacer una cosa que me pidieron.
Eso nos llevó casi todo el día, por lo que me pillé media hora para ir a comer algo.


—Àlex Márquez...— dije entrando al box

—ya voy— asentí y lo esperé fuera

—¿a pasado algo con Marc?— negué con la cabeza

—pero ni siquiera hemos hablado en todo el día, imagínate voy a ir a comer ahora y son las cuatro de la tarde y él ni siquiera vino detrás mío como acostumbra hacer—

—déjalo si es un tonto— dijo Àlex y seguimos caminando hasta un bar de estos para Àlex merendar y yo comer algo.




Me pedí un bocadillo y una cocacola, tenía muchísima hambre y de postre un helado para matar el calor.
Acabamos de comer y cada uno se fue de nuevo a su box.


—has vuelto— me dijo Marc dándome un beso inesperado al verme entrar

—trabajo aquí— dije

—vamos fuera— me agarro de la mano y me llevó afuera del box.

—¿qué quieres?— pregunté

—¿qué te pasa?— dijo él

—nada—

—es que no me lo creo, si no te pasase nada no estarías así— parecía preocupado pero me daba igual

—pues no y ahora déjame que tengo que ir a trabajar para cobrar— me dio una patada uno de los bebés que del dolor me senté en el suelo.

—nena, ¿estás bien?— dijo ayudándome a levantarme del suelo

—si, van con fuerza estos dos— Marc rió y yo entré al box para ir a trabajar.

—Martina ya puedes irte al hotel con Marc, hemos acabado todo lo de hoy— me dijo Emilio

—pero si no hemos hecho ni la mitad de las cosas que deberíamos haber hecho— le dije confusa

—nosotros no, pero tú si— agregó

—Emilio no me jodas, enserio ¿tú también piensas que como que estoy embarazada no puedo trabajar?— le dije medio cabreada

—Martina, es por tu bien, necesitas estar tranquila— rodé los ojos y me fui obviamente enojada


Marc cogió uno de los coches del equipo y nos fuimos hasta el hotel, para instalarnos, no nos dio tiempo antes, por eso lo hicimos ahora.
Fuimos a recepción y nuestra habitación era la 224, así que nos subieron las maletas hasta esa habitación y nosotros íbamos detrás.


—aquí tenéis las llaves— asentimos y les dimos las gracias, y entramos a nuestra habitación.

Inesperado | Marc Márquez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora