Fantasmas

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Mi garganta arde y respiro hondo dejando el vaso sobre el escritorio, miro mi mano y el que la sangre siga cayendo me amarga la existencia porque solo demuestra que perdí el control y eso no me lo puedo permitir. El que Grigori Pavlov me dijera lo mismo que el sujeto que mate en las calles de Moscú me reafirma que la verdad me va a quemar.

—Chiara —Mi nombre se escucha a lo lejos y debo de cerrar los ojos ante la pesadez de mi cabeza—Chiara —repiten.

Mis ojos se concentran en las botellas sobre la mesa y me levanto ignorando el mareo que me abruma. Levanto la mirada y la expresión molesta de Rod aparece ante mis ojos, bufa y me encamino a la salida.

— ¡Chiara! —exclama y mi cabeza palpita horriblemente.

— ¡¿Qué?! —grito y él se cruza de brazos.

—Necesitamos hablar —responde serio y ruedo los ojos.

— ¿Enserio crees que me interesa hablar ahora? —cuestiono antes de girarme y salir rumbo a mi habitación.

Lo escucho seguirme y lo ignoro, cosa que no puedo hacer con Goliat el cual se me atraviesa con teléfono en mano.

—Es importante —avisa y odio estar con tanto alcohol encima.

—Raven —digo llevándome el teléfono a la oreja.

—Señora —Reconozco la voz de Nills.

—Dime.

—Ya tengo lo que me pidió, si no está ocupada le pido que se acerque a los laboratorios para que observe la primera prueba —informa y resoplo.

—Está bien.

Le regreso el aparato a Goliat y entro a mi habitación donde me ducho y coloco un traje negro antes de salir en dirección a la cocina donde me encuentro a Alison.

—Hola —dice y respiro hondo.

—No quiero que ustedes salgan de la habitación, las sombras están en la puerta —demando y ella asiente.

Salgo de la fortaleza encontrándome las camionetas que se ponen en marcha atravesando el bosque. La cabeza me duele y ruedo los ojos cuando Edik me venda la mano. Noto la tensión de Goliat el cual va en el asiento delantero y levanto las cejas.

— ¿Vas a decirme? —Cuestiono haciéndolo sobresaltar.

— ¿Qué? Sí, claro...

—Dime.

—Nada, solo que me informaron que ha caído otro centro de la dichosa alianza negra —comenta y frunzo el ceño.

— ¿Qué?

—Sí, es demasiado extraño...

— ¿A manos de quién? —cuestiono aturdida apartando a Edik.

—No se sabe, lo que sí se tiene claro es que la alianza cree que fuimos nosotros ya que utilizaron nuestras armas —dice y lo miro con la cabeza hecha un asco.

— ¡¿Quién mierda nos traicionó?! ¡No le di orden de atacar a nadie, maldita sea! —Me desespero y tomo mi teléfono marcando el número de Rod.

— ¿Qué pasa? —pregunta y bufo ante su actitud.

—Quiero que convoques una reunión con los cabecillas de todos los clanes —ordeno fijando mis ojos en los edificios.

—Está bien, pero recuerda que tenemos el encuentro con los colombianos —dice y ruedo los ojos.

—Está bien.

Dejo el teléfono en mi saco antes de bajar de la camioneta adentrándome en el edificio donde voy directamente a la sala de prueba donde murió el antiguo científico.

Destrucción [E #2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora