Changing Attitudes [BOOK 2; Drugs & Troubles]

Capitulo 7.-"Un gusto Douglas"

Capitulo 7.-"Un gusto, Douglas"

Las cosas cada vez empeoraban más. Cada día dormía menos, la madrugada me duraba solo un par de horas. Despertaba con la frente húmeda y el cuerpo frío, mi estómago apretado y mil emociones que me seguían a diario. Miedo, pánico, nerviosismo.
Cuando ya no podía conciliar el sueño, me cambiaba la ropa de pijama por algo más cómodo. Bajaba al primer piso, tomaba las llaves del amado Ferrari de Justin y salía rumbo a la carretera. Cuando las lágrimas me cegaban, estacionaba en el borde de la carretera y trataba de recuperar el aliento. Una vez que lo lograba, paraba en la gasolinera más cercana y compraba algo para beber, ya fuese un jugo o una cerveza.

Antes de dirigirme a casa, mi parada era otra. Visitaba a Adam. Las primeras veces, se sorprendió, luego, me cobijó. No muchos se me acercaban o se metían conmigo. No pasó mucho tiempo para que se rumoreara que yo era la chica del gran Bieber.

El negocio de Justin, estuvo en decadencia por un tiempo, los chicos trataban de ayudar a Paul y a Richard con las ventas, pero les era difícil. Ninguno estaba lo suficientemente concentrado en el negocio. Las preocupaciones de cada uno, jugaban una mala pasada. Después de adaptarse, Paul logró estabilizar todo. El manejaba los papeles, las ventas y compras. Mientras Richard se preocupaba de la recepción y el despacho de estas.

Todos estaban al tanto de mis repentinos arranques por las noches. Los chicos estaban con su ojo puesto en mí. Tanto así, que Ryan término viviendo conmigo. Mis visitas al hospital se redujeron casi al cien por ciento. Nadie me preguntó la razón. Pero prefería que fuese así. No quería presentarme allí sabiendo que me dirían lo mismo de siempre: "Él aún no despierta".

Cuando me sentía capaz de hacer algo más que estar todo el día tirada en el sofá, me levantaba y subía a nuestra habitación, abría su cajón y olía sus prendas. Era mi droga y me mantenía estable. Aunque fuese por unos minutos.

Mi cuerpo esta sudado, me enderezo y apoyo mi torso en el respaldo de la cama, frunzo el ceño, mientras froto mis manos sudorosas en las sabanas. Enciendo la lámpara que esta sobre la mesita de noche y me levanto. Me saco el pijama y voy al baño. Me lavo la cara y los dientes, me maquillo con rímel y a la vez cubro mis ojeras con un poco de base. Aplico un poco de rubor para darle algo de vida a mi rostro, y por ultimo un poco de brillo labial. Voy al armario y saco unos jeans negros con las rodillas algo rasgadas, unos botines negros de plataforma y un crop top azul eléctrico. Cepillo mi cabello, tomo mi teléfono y salgo con cuidado de no dar un gran portazo. Bajo las escaleras dando pequeños saltitos, entro a la cocina y saco una bebida en lata.

- ¿Ya te vas?-Mi respiración se corta por una milésima de segundo y me giro sobre mis talones. Paul esta en el umbral de la puerta con mi chaqueta de cuero entre sus dedos.

-Sí. -Asiente, se acerca a mí y me tiende la chaqueta. Se la arrebato lentamente y la dejo sobre mi hombro.

-Hoy llegan corredores nuevos, vienen desde San Diego y algunos de Las Vegas.

-Y me dices esto... ¿Para qué?

-Solo ten cuidado. Y si quieres ganar dinero...-Abre el frigorífico y saca una cerveza. -Apuesta a favor y no en contra de ellos. Un pequeño consejo. -Toma un sorbo de su cerveza y se va. Salgo al living, me coloco mi chaqueta antes de salir al porche y abrir el Ferrari. Bajo la ventanilla y enciendo la radio. Doy marcha atrás y miro hacía el segundo piso, Paul esta observándome desde su habitación. Vuelvo mi vista al frente y salgo rumbo a la carretera. Tomo el último sorbo de mi bebida y lanzo la lata por la ventanilla. Me detengo a medio camino en una gasolinera para comprar cigarrillos. Enciendo uno e inhalo profundamente. Mantengo el humo un par de segundos en mi garganta y luego exhalo por la nariz. Una lágrima corre por mi mejilla, con el dorso de mi mano la seco antes de que siga su rumbo. Arranco el motor y prosigo mi camino.