Capitulo 12.-"No seas...Asi"

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Capitulo 12.-"No seas...así"

•NOTA AL FINAL•

Aquel día me quedé junto a él. Los siguientes cuatro días también. Y es que la desesperación por llevármelo a casa me carcomía. Lo único que quería era besarlo; besarlo hasta gastarle los labios.
Pero no pude. La mayor parte del tiempo pasaba dormido, y cuando al fin despertaba un par de minutos, yo estaba dormida, o simplemente no estaba en la habitación.

La regla del hospital, era que las visitas comenzaban desde las doce de la mañana a cuatro de la tarde. Pero yo rompí aquella regla. Todas las noches iba al baño de la habitación, me ponía mi pijama y luego me acurrucaba al lado de Justin abrazándolo con cuidado.

El primer día la enfermera de turno entró y sentí su mirada sobre nosotros. No dijo nada. Solo se fue. Me la topé en el pasillo a lo largo del día, pero solo me lanzaba miradas cómplices. Lo cual agradecí.

Era jueves. Desperté con un poco de frío. Abrí los ojos y observe hacia arriba, el aire acondicionado estaba encendido. Volví a cerrar mis ojos y gruñí. Podía seguir durmiendo por horas. Estando aquí no se hacían muchas actividades. Pero lo que sí agotaba, era pensar. El desgaste no era físico, sino que psicológico.

Carraspeé un par de veces y abrí los ojos, sentandome en la camilla mientras hacia de mi enmarañado cabello una coleta alta con una liga que llevaba en la muñeca. Bostece y miré al cuerpo rígido que se encontraba a mi lado. Sus ojos estaban cerrados fuertemente, probablemente sintiendo alguna molestia en alguna parte de su cuerpo. Sus mejillas estaban algo pálidas, y sus labios estaban resecos bajo la mascarilla que le brindaba facilidad al respirar. Tragué con dificultad y me incliné para besar su mejilla. Me separé y observé su cabello.
Él mataría al Doctor. Seguía con su jopo como de costumbre, los costados de su cabeza aun estaban rapados, pero ahora, su cabello estaba mas largo.

Resulta que al caer en coma inducido, no simplemente debes quedarte allí, durmiendo indefinidamente, tras eso, miles de exámenes serán hechos constantemente en ti. Y eso fue lo que ocurrió exactamente con Justin.
Un pequeño tajo cruzaba desde la mitad de su cráneo, a la altura de la ceja, hasta la parte trasera de la cabeza. Una tela blanca cubría la pequeña operación.
El cabello de esa zona estaba rasurado al ciento por ciento. Si nos preocupábamos de la manera debida de la curación, no quedaría ninguna marca, ni rastro de lo que había ocurrido. Y eso era lo que pensaba hacer. Borrar todas las huellas de aquella noche. Borrar todo el dolor consumido.

Baje las piernas a la fría baldosa, me acomode la pijama y fui al baño. Parecía mi baño personal, casi todos mis útiles de aseo estaban allí. Incluida una pequeña maleta con mi ropa. No quería dejarlo solo, no ahora que se estaba estabilizando.

Abrí el grifo y puse ambas manos bajo el chorro de agua. Me eché algo de jabón y llevé ambas manos a mi cara. La refregué y luego la sequé. Lavé mis dientes y comencé a lavar mi cuerpo por partes, con un trapo húmedo y algo de jabón. Al terminar me aplique desodorante,y saque un cambio de ropa interior nueva. Me puse un pantalón de buzo plomo ajustado en las piernas, una camiseta de tirantes blancas y unas zapatillas del mismo tono. Solté mi cabello, lo cepillé y me observé en el espejo. Tenía unas ojeras admirables. Además de un tono algo pálido. Recurrí a un poco de base y rubor. Al menos, para darme algo de vida. Cerré la maleta, saqué un poco de dinero y salí del baño cerrando la puerta tras de mí. Justin aun seguía con sus ojos cerrados. Me acerqué a él y le di un beso en la frente. Me di la vuelta y sentí algo helado aferrarse a mi muñeca. Me giré y una sonrisa me recibió.

-Gra...gracias.-Susurró, aun con la mascarilla puesta. Sus ojos me miraron por un segundo, para luego volver a cerrarse. Su mano dejó mi muñeca lentamente y luego su pecho volvió a subir y bajar como de costumbre. Mi cuerpo se congeló por un pequeño segundo, sonreí y tomé su mano entre las mías. La besé y luego la acomodé sobre su estómago. Rodeé su cama y me acerque al pequeño mueble, tomé mi teléfono y caminé a la puerta. Giré el pomo y salí.

Changing Attitudes [BOOK 2; Drugs & Troubles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora